Las obras de arte como una alternativa de inversión

Como en el mercado bursátil, el costo final de una obra depende cómo se comporta la reputación de ‘la acción’, en este caso la pintura o la escultura, pues su precio aumenta entre más exposiciones tenga, o dependiendo de cuánto dinero han ofrecido por ese artículo en las subastas por las ha pasado. 

Un ejemplo claro de esto se dio hace cinco años. El colombiano Óscar Murillo vendía piezas en promedio de US$5.000, pero cuando Leonardo DiCaprio compró una serie de sus trabajos y los llevó a exposiciones en Europa y América del Norte, por el estatus de DiCaprio y el recorrido que hizo con los lienzos de Murillo, algunos de sus trabajos alcanzaron en sesenta meses a tener US$250.000 como precio base en subastas. 

Una diferencia marcada con las inversiones en bolsa es que en un día un título puede irse en picada, una obra de arte necesita por lo menos seis meses para perder el prestigio e historial que ha sumado con años, a menos que sea una falsificación. A pesar de eso, el presidente de Franco Group, Diego Franco, explicó que las obras resultan más volátiles que las acciones, “gobierna la especulación, a veces lo que gusta entre un grupo de coleccionistas no es grato para otros”, dijo.

Si usted es alguien que se interesa en este negocio, debe tener en cuenta que como cualquier inversión tiene riesgos, pero para evitarlos debe conocer  cómo funciona el mercado. 

En primer lugar, si quiere apostarle a un artista que  no ha fallecido, debe tener en cuenta que su obra depende además de las exposiciones y subastas en las que está, “de que el autor siga realizando trabajos que sean aceptados por la crítica, de igual manera que sea un artista que no sea ajeno a recibir premios y que incluso llame la atención de coleccionistas reconocidos o  del gobierno, que quieran conservar su trabajo como patrimonio cultural”, explicó la curadora de pinturas y esculturas Paula Pietrini.  

En cuestión de los artistas, como ellos son quienes más valor le pueden dar a su trabajo, también pueden ser quienes más le resten valorización, para eso, después de invertir en una pintura o en una escultura, debe asegurarse que el autor no disminuya su producción, o que los curadores dejen de incluirlo en exhibiciones, también una baja demanda de las obras en el mercado es otro motivo para que el valor general empiece a disminuir. 

Otra rama del negocio son las inversiones en artistas que ya fallecieron, el valor de estas obras depende de la administración de en quienes quedan los trabajos del autor. “Que suba o baje es cuestión de la gestión de las fundaciones o familias que quedan protegiendo. Un ejemplo es Luis Caballero, hay mucha obra de él que nadie conoce, no es asequible pero es manejada por su hermana Beatriz Caballero, no deja que hayan exposiciones todos los días, sino que programa cada cierto tiempo una exhibición; eso genera incertidumbre y estimula el valor”, explicó Ricardo Perdomo, coordinador de investigación de Ablac. 

Acá también hay riesgo, ya que hay quienes no se encargan de valorizar a los artistas después de fallecidos y por eso sus obras han caído hasta la tercera parte de su valor inicial. “Hay casos como el de Armando Villegas, su trabajo quedó en dos familias y no se han puesto de acuerdo en cómo seguir impulsando su nombre, o buscando que siga expuesto”, agregó Perdomo. 

El mercado que se mueve en América Latina 

Hay países donde el arte tiene más valor que en otros lugares, como es el caso de Chile que el año pasado en América Latina fue la zona que más movió dinero por concepto de ventas de obras nacionales al exterior, de acuerdo con CourtArt Miami. En total, obras entre pinturas y esculturas recaudaron US$30 millones; de cerca le siguieron Argentina, con US$28 millones; Brasil, con US$24 millones; México (US$22 millones) y en el quinto lugar fue para Colombia, con US$19 millones.

Las opiniones

Diego Franco 
Presidente de Franco Group 
“Es un mercado en el que gobierna la especulación porque en algunos casos los criterios de curaduría no son los mismos para todos”.

Paula Pietrini
Curadora 
“En el mercado colombiano también se destacan los artistas emergentes, que están presentando índices de crecimiento en cinco años”.

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