MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
El cambio en la perspectiva de la calificación de Colombia, según la agencia Moody’s, tuvo una repercusión en las principales capitales del país, tal es el caso de Bogotá y Medellín.
Es por esto que, a partir de ahora, estas dos ciudades también aumentaron su perspectiva de estable a positiva, lo cual refleja la relación financiera y operativa que existe entre las ciudades y el gobierno central, así como sus estables indicadores financieros y de deuda.
Según los datos evaluados por la calificadora, Bogotá y Medellín reciben transferencias del gobierno soberano que equivalen a alrededor de 24% y 31% del total de los ingresos, respectivamente, y es por esto que la relación es aún más directa.
El argumento del déficit vuelve a ser el utilizado por Moody´s para elevar el outlook de estas dos ciudades como destino de inversión. Así, tal como lo comunica en su informe la empresa, Bogotá ha registrado moderados déficits financieros y niveles de deuda. Entre 2008 y 2012, los déficits financieros promediaron 9,6% de los ingresos totales y los niveles de deuda directa e indirecta neta promediaron 24,4% del total de los ingresos. Los superávits financieros registrados por Medellín entre 2008 y 2012 promediaron 1.7% del total de los ingresos y los niveles de deuda promediaron 10,7% del total de los ingresos.
Un aviso que da la agencia es que las notas podrían subir o bajar dependiendo de la calificaciones de bonos del Gobierno de Colombia . Aun así, las dos ciudades contarán con un mejor perfil de inversión, lo que seguramente atraerá a más inversionistas extranjeros.
Los que lideran la media bursatilidad son Terpel (7.896), Corfi (7.903), Banco de Bogotá (7.611), Grupo Bolívar (7.557) y PF Cementos Argos (7.511)
La divisa estadounidense cerró al alza con una tasa promedio de $4.126,14, lo que representó un alza de $49,44 frente a la Tasa Representativa del Mercado de $4,076.70
Por otro lado, en la Bolsa Mercantil se registraron facturas por más de $64 billones, lo que les permitió a las empresas del sector agropecuario acceder a una exención de retención en la fuente