¿Y quien cuida la salud del bolsillo?

Constantemente estamos en la búsqueda de mejorar nuestra salud física, mental y espiritual y vemos sin sorpresa, cómo cada vez existen nuevas tendencias y especialidades para atender una a una, nuestras necesidades en esta materia.

Pero en la vida moderna existe un ingrediente vital que puede afectar todos los aspectos anteriores y al que pocas veces le dedicamos el tiempo suficiente para analizarlo: es la salud financiera, mejor conocida como la ciencia para curar el “dolor de bolsillo”. Y es justamente aquí cuando aparecen esas molestias que descompensan nuestras finanzas personales, que nos lleva a preguntarnos: ¿y quién me puede ayudar a cuidar la salud del bolsillo?
La respuesta es sencilla, un doctor especializado en encontrar los síntomas que nos pueden estar afectando para contrarrestarlos y que a la vez nos enseñe a prevenir males futuros: Este es el doctor financiero, una figura poco conocida aún en el mercado de la salud, pero muy exitosa para bancos como Bancompartir que a través de él ha encontrado una buena forma de contribuir a mejorar la salud de personas y familias, mediante dos herramientas útiles que permitirán tomar el control de nuestras finanzas: el ahorro y el presupuesto.

El ahorro es guardar un poco de hoy para usarlo en el futuro en algo que necesitamos o queremos. Es bueno resaltar que no solo se ahorra dinero cuando damos buen uso a los recursos como agua, electricidad, gas, alimentos, entre otros, estamos cuidando el bolsillo, además de preservar el medio ambiente.

Siempre que pensemos en ahorrar es bueno que tengamos en cuenta estos cinco puntos:

¿Para qué lo queremos hacer? Es decir fijémonos una meta de ahorro.
¿Para cuándo? Puesto que el determinar el tiempo de cumplimiento permite proyectarnos.

¿Cuánto puede costar lo que deseamos? Para contrastarlo con nuestras posibilidades financieras actuales y futuras.

¿Cómo lo vamos a lograr, qué estrategias vamos a usar? Mensual, quincenal o diaria.

¿Quién o quiénes se benefician de ellas? Si nuestras metas de ahorro involucran a la familia, es adecuado que todos hagan parte de la solución, desde el más joven hasta el mayor. Solo uniendo esfuerzos, los sueños se cumplen más rápido.

Respondiendo estas preguntas, no queda más que hacer las cuentas y ajustarnos a ellas. Y para esto debemos hacer uso del presupuesto.
¿Qué es? Es sencillo, es una herramienta que nos permite tomar el control sobre nuestras finanzas personales, familiares o las de un negocio. Lo podemos hacer mensual o quincenalmente, lo importante de este ejercicio, es identificar los ingresos, los egresos, el saldo o faltante: saber con claridad cuánto estamos ahorrando y destinando al pago de responsabilidades crediticias o financieras. El presupuesto también nos permite equilibrar los gastos o costos en los que nos estemos excediendo, por ejemplo, hacer compras dentro del mercado que no son necesarias o darnos gustos de consumo que en el momento no podemos pagar. Esta herramienta nos debe llevar a la toma de decisiones acertadas, que nos permitan mejorar nuestra calidad de vida.

Algunas recomendaciones finales para tomar el control sobre nuestras finanzas personales:

Hacer la lista de gastos y planear las compras con anticipación. Evitar salir con más efectivo del necesario.

Comprar una póliza de seguros que nos proteja financieramente en caso de eventos inesperados; y más si es para la fuente de ingresos del núcleo familiar.
Reducir los “gastos hormiga”, (chicles, cigarrillos, tintos, empanadas) pequeños gastos que al final del mes, pueden hacer la diferencia en el ahorro.
Manejar muy bien las tarjetas de crédito, que no son una extensión de los ingresos. Evitar hacer avances de dinero con ellas, por cuanto son muy costosos.

Ahorrar siempre que se pueda y no dejar el futuro financiero a la suerte.
Nos hemos preguntado ¿qué pasó con mis ahorros? y ¿en qué momento me gasté esa plata? seguramente de manera más frecuente a lo que quisiéramos. De aquí lo valioso de poder compartirlas con el doctor financiero, un especialista que nos ayude a mejorar y mantener una buena salud de nuestro bolsillo.