La soberanía energética se presenta como el gran desafío de los próximos 15 años

Lograr la soberanía energética de Colombia en 2040, con logros históricos de reducción de la pobreza y crecimiento económico, depende del trabajo monumental que se realice en los próximos 15 años, y eso significa contar con la energía suficiente para hacerlo realidad.

Con estas palabras, que pronunció durante su discurso de apertura de la VIII Cumbre del Petróleo, Gas y Energía, Nelson Castañeda, presidente ejecutivo de Campetrol, resaltó la necesidad de que el país avance de manera firme y decidida en el desarrollo de nuevas estrategias que le permitan fortalecer su capacidad energética y responder a la creciente demanda, algo que en el contexto actual parece complejo de resolver.

El panorama es desafiante. Según Castañeda, las tendencias globales muestran que para 2050, la demanda de electricidad aumentará 70%. En esa línea, para 2040 el consumo energético tendría que crecer un 5% anual si se quiere hacer realidad la tan anhelada soberanía energética y sacar a más de 8 millones de personas que aún tienen alguna condición de pobreza energética, incorporando al país en las tendencias de la digitalización y la generación de conocimiento, y siendo sede de centros de datos y de iniciativas de inteligencia artificial.

“Hoy un colombiano consume cerca de 11.700 kilovatios por hora año. Si logramos avanzar hacia ese país moderno e insertado en las tendencias de conocimiento y tecnología mundiales, el consumo debería subir a 18.500 kWh en 2030 y a unos 34.000 kWh en 2040.

Esto, que parece tan ambicioso, es realizable. Los 18.500 es lo que hoy es el consumo per cápita de Brasil y los 34.000 es el registro hoy de España”, dijo Castañeda.

¿Qué supone dicho crecimiento? Para alcanzar esa meta, se requiere el cumplimiento de algunos objetivos, entre ellos reducir la pobreza extrema (vivir con US$3/día) de 7,7% (2023, Dane) a 3%; disminuir la pobreza energética severa (no gas, no electricidad) de 10% (2023, BID) a 2%; bajar la inseguridad alimentaria (menos de tres comidas al día) de 25,5% (2024, Dane) al menos de 5%, y crecer el PIB más de 5% anual.

Un país que quiera llegar a estos niveles de desarrollo necesita consumir más energía, y por ello el reto que tiene Colombia para los próximos años es garantizar la soberanía energética en los próximos 15 años, expresó el presidente ejecutivo de Campetrol.

En este contexto, el petróleo y el gas juegan un papel trascendental, como quiera que hacen parte de la columna vertebral de la economía nacional. Ambos, en promedio, representan 31% de las exportaciones y 13% de la inversión extranjera directa, aportan cerca de 9% de los ingresos del Gobierno Nacional, generan 68% de las regalías y participan con 3,9% del PIB, impactando directamente 39% de las ramas productivas.

¿Cómo vamos a lograr esa soberanía? De acuerdo con Castañeda, hay cuatro grandes iniciativas que se deben abordar y garantizar, que se realicen y que permitan que el país vuelva a estar en el radar de la inversión internacional, como lo están Brasil, Guyana, Estados Unidos y Argentina:

Aumentar factor de recobro

El promedio de Colombia es de 15,3%, mientras que a nivel mundial es de 35%.

Retomar exploración y niveles de desarrollo

Hay que desarrollar los descubrimientos ya realizados, pero que tienen problemas de seguridad o regulatorios.

Potencial del Offshore

Hasta 7,4 Teras de gas potencial, que representan cuatro veces las reservas probadas actuales del país.

Avanzar en los YNC

Disponemos de un potencial 70 veces las reservas de gas y 4 veces las reservas de petróleo actuales.

“Requerimos de un entorno favorable, con seguridad, de unas condiciones que permitan que se despliegue la inversión y se cumplan los proyectos en tiempo y con la competitividad internacional adecuada. Ese gran reto también requiere que seamos mucho más audaces en conquistar el corazón de los colombianos, especialmente el de los menores de 35 años que serán los líderes en 2040 y que hoy son críticos de la industria de los hidrocarburos”, concluyó Castañeda.