MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
El fin de año es una oportunidad para recargar energías, reconectar con los objetivos y disfrutar de un merecido descanso
La incorporación de la camisa Charvet en el más reciente desfile de la maison Chanel puso nuevamente en el plano la importancia histórica de esta prenda como símbolo de tradición
“Las modas se desvanecen, el estilo es eterno”. Esta célebre frase de Yves Saint Laurent, uno de los diseñadores franceses más influyentes de la segunda mitad del siglo XX, funciona como un preámbulo de lo que Chanel y Charvet hicieron este año, al desempolvar del perchero la emblemática camisa creada por Christophe Charvet en 1838.
La nueva colección primavera-verano 2026 de Chanel, presentada en octubre, demostró que el pasado está más vigente que nunca.
Esta fue la carta de presentación del nuevo director creativo franco-belga Matthieu Blazy, quien asumió la dirección de la casa francesa a mediados de diciembre del año pasado en reemplazo de Virginie Viard: un retorno a lo clásico, en sintonía con el espíritu de su fundadora, Coco Chanel.
Tonos pastel, blanco y negro, prendas seguras en el vestuario de cualquier apasionado, o no, por la moda, destacaron en el desfile. La colección se distinguió por ser una muestra de lo que viene caracterizando a la sociedad actual: ante un futuro incierto en casi todos los ámbitos, a veces lo mejor es volver a aquello que brinda seguridad, una lógica muy Charvet.
La prenda insignia se convirtió en uno de los ejes de la colección de Blazy: una propuesta de colores tenues en diálogo con piezas que capturan la atención con acierto, dando como resultado un conjunto seguro, casual y, al mismo tiempo, elegante. En ese sentido, la camisa funcionó como una vuelta confiable a lo clásico, a la elite francesa del siglo XIX, sin dejar de ser contemporánea y con el atractivo suficiente para captar la atención en redes sociales.
El diseñador bolivarense Hernán Zajar definió la incorporación de la camisa Charvet en Chanel como una “salida segura” que siempre funciona. Se trata de un básico que resalta los atributos femeninos y, al mismo tiempo, incorpora rasgos propios de la sastrería masculina; una prenda que, sin importar con qué se combine, realza la elegancia y la sensualidad de quien la lleva.
“Lo que hace que una colaboración entre marcas tenga resultados interesantes es que, una vez emprendida la unión, ninguna dependa de la otra ni pierda su identidad”.
“Yo pienso que la casa Chanel ni siquiera reinterpretó la camisa blanca. Es una prenda que ya está instalada en la historia de la moda y de la humanidad”.
“Por sus largos, la cola de pato, las sisas más pronunciadas y el tamaño, esta camisa, al ser una prenda masculina, evoca la idea de la camisa de la pareja: esa que se toma prestada y se usa. Es la tendencia de las camisas blancas”, aseguró Zajar.
Por su parte, el crítico de moda Juan Carlos Giraldo destacó que la utilización de la camisa Charvet es el epítome de la elegancia francesa. “La magia de esta marca ha estado basada, sin duda, en la calidad excelsa de sus materiales y en la precisión de su confección”, afirmó.
Añadió: “Cuando uno, como cliente, se adentra en su tienda física de la Place Vendôme, en París, se encuentra con un espacio detenido en el tiempo; un lugar que ofrece cientos de textiles para la confección de camisas, aunque las siluetas siempre permanecen iguales”.
Concluyó señalando que “Gabrielle Chanel, conocida en el mundo de la moda como Coco Chanel, solía mandar a hacer allí sus camisas, y esa es, quizá, la razón o el matrimonio por la que Charvet y Chanel conforman una unión perfecta para llevar a cabo esta anhelada colección”.
Un punto en el que coinciden Zajar y Giraldo es que, en la actualidad, la sociedad ya no necesita eslóganes ni fórmulas evidentes para demostrar que se pertenece a una “elite” o que se porta una prenda de una marca de lujo.
Giraldo sostuvo que la percepción de lo que hoy se entiende por “lujo” está cambiando, pues cada vez más personas prefieren menos letreros visibles y más guiños sutiles que solo algunos saben leer. “Charvet y Chanel siempre serán sinónimos de lujo, pero con esta unión ese lujo no puede ser estridente, sino fino y discreto”.
Zajar, por su parte, destacó la manera en que Chanel contribuyó a visibilizar una historia que pertenece a Charvet. Aseguró que, tras la realización del desfile, la firma se vio obligada a crear sus propias redes sociales debido al notable incremento en sus ventas.
“La manera en que se manejó el marketing de Charvet me parece muy interesante, pues el desfile no solo logró una mayor visibilidad de la prenda, sino que también permitió construir una imagen acorde con la visión de la marca: culta, de alta sociedad y asociada a un amplio poder adquisitivo. Por eso se recurrió a Nicole Kidman”.
La camisa de estilo Charvet tiene su origen en la Maison Charvet, casa de confección francesa fundada en 1838 por Christophe Charvet, hijo de Jean-Pierre Charvet, sastre encargado del vestuario de Napoleón Bonaparte. La marca nació como una casa especializada en moda masculina y camisería a medida, en una etapa histórica en la que esta prenda dejó de entenderse como un accesorio interior para comenzar a exhibirse en público como símbolo de estilo, estatus y elegancia, en una sociedad que buscaba distanciarse de la monarquía sangrienta del pasado.
Su tienda oficial se estableció en la Place Vendôme, un entorno en el que la elite de la época desarrollaba su vida cotidiana. Esta cercanía con la alta sociedad francesa dio origen a un vínculo que perdura hasta hoy, marcado por la presencia constante de la aristocracia, la política y la diplomacia europeas.
A lo largo del siglo XIX, Charvet introdujo innovaciones destacables en la confección masculina, como cortes precisos adaptados a la anatomía real del cuerpo, el uso de tejidos finos, patrones exclusivos y la incorporación de rayas en camisas masculinas, un recurso poco habitual en la época.
La herencia que ha dejado esta casa en la moda no solo ha reafirmado la tradición sartorial francesa, sino que también ha logrado unificar historia e innovación.
La trayectoria de Matthieu Blazy no se sustenta únicamente en su actual rol al frente de Chanel, sino en un amplio recorrido dentro de la industria de la moda. A lo largo de su carrera ha trabajado para casas de talla internacional como Bottega Veneta, donde se desempeñó como director creativo; Balenciaga, donde cocreó una colección junto a Kanye West, y Calvin Klein. En los inicios de su trayectoria colaboró con el diseñador Raf Simons y también formó parte de equipos creativos en Maison Margiela y Céline, antes de llegar a la codiciada dirección creativa de Chanel.
La agenda estuvo marcada por el fortalecimiento de conglomerados, expansión y decisión en pro de cuidar la macroeconomía
Entre las nuevas apuestas gastronómicas se encuentran propuestas a la parrilla, steak house mexicano, alta cocina europea, comida rápida y sabores locales
Este es un homenaje para aquellas personas que por sus contribuciones en el mundo lograron dejar una huella importante que permanece vigente luego de su partida
