"Getsemaní era un barrio auténtico, y se transformo lugar para el turismo de lujo"

Nacho García de Vinuesa, empresario español, fue uno de los pioneros del turismo boutique en Cartagena. Hace cerca de 19 años abrió Casa Lola, el primer hotel boutique de la ciudad, ubicado en el corazón de Getsemaní, cuando la zona aún no estaba posicionada como destino de lujo. Su apuesta transformó la narrativa del barrio y redefinió la forma en que los viajeros experimentan la ciudad amurallada. Hoy, Getsemaní se transformó a tendencia en lujo”, dijo.

Desde entonces, Casa Lola se consolidó como referente de hospitalidad, combinando patrimonio, diseño, gastronomía y cultura local. Nacho, como se le conoce, analizó la evolución del turismo de lujo en Cartagena y las oportunidades de la ciudad y su ecosistema hotelero.

¿Cómo se transformó Getsemaní en un referente de turismo de lujo?

Cuando abrí en 2006 lo que hoy es Casa Lola, Getsemaní era un barrio vibrante, auténtico, pero sin posicionamiento en turismo de lujo. Convertir una casa -y luego dos, fusionadas- en un hotel boutique fue una apuesta arriesgada, con visión a largo plazo. Hoy, casi dos décadas después, puedo decir con convicción que el retorno ha sido más allá de lo económico: hemos contribuido a redefinir lo que puede ser Cartagena. Casa Lola ya no es solo un hotel, es un símbolo: una joya cultural de Getsemaní.

¿Qué decisiones clave han sostenido a Casa Lola como ícono con el paso del tiempo?

Conservar la esencia de Getsemaní, pero reinterpretarla con sensibilidad de lujo. El mercado de lujo en Cartagena cambió radicalmente: lo que para muchos era impensable en Getsemaní, hoy es una tendencia viable. Hay mayor demanda de viajeros sofisticados: que buscan historia, autenticidad, diseño, gastronomía de autor, arte, cultura local. Esa transformación del mercado es prueba de que la apuesta pionera se consolidó y que, en retrospectiva, fue acertada.

¿Qué porcentaje de ocupación promedio han logrado en los últimos años?

Una ocupación anual promedio saludable ronda entre 60 % y 80%, si consideramos temporadas altas, repetición de clientes, eventos, gastronomía y atractivos adicionales.

¿Cuál es el impacto económico de Casa Lola en el ecosistema turístico de Getsemaní?

Revitalización urbana , valorización del barrio, demostrando que Getsemaní ofrece turismo de lujo con respeto por su identidad, Casa Lola contribuye a proyectar al barrio como destino atractivo y seguro, incentivando más inversión local y nuevos negocios.

¿Qué estrategias mantiene la rentabilidad frente a las grandes cadenas?

Fidelización, reputación y marketing enfocado en segmentos de alto valor, en busca de atraer turistas que valoran cultura, gastronomía, diseño, menos sensibles al tipo de cambio o inflación que turistas de bajo presupuesto. El reconocimiento en medios y premios también posiciona al hotel como destino aspiracional, diferenciándolo frente a competencia masiva que cada vez se expande más en la ciudad.

¿Qué cambios requiere Cartagena para elevar su competitividad como destino de lujo?

Cartagena requiere infraestructura moderna y mayor conectividad aérea, un sistema de transporte local eficiente, mejoras en los servicios públicos, seguridad y un urbanismo que respete su patrimonio histórico. Además, es fundamental una promoción internacional coherente que posicione a la ciudad como un destino premium, no solo de sol y playa, sino también de historia, cultura, lujo consciente y autenticidad caribeña.

Igualmente, la profesionalización del sector turístico y de la hospitalidad de alto nivel es clave para la transformación.