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LR le quiso dar un espacio a los bufetes más importantes en este especial Asuntos Legales, para reflexionar sobre el panorama de las firmas y en general del mercado de la industria legal, el boom de las buenas prácticas legales y, además, recordar el ranking de los mejores.
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Los más beneficiados con los apelativos son los artesanos.
Colombia cuenta con 27 productos que tienen el Sello de Denominación de Origen, y es el primer país latinoamericano en esa especialidad.
Los productos con estas características son la más fiel representación del trabajo de una comunidad o de una región específica, y dan cuenta de la abnegación y calidad con que son elaborados.
Y de ello sí que puede dar fe Colombia como país líder en Latinoamérica en esta especialidad. En total, son 27 las marcas que cuentan con ese distintivo que las hacen únicas en el mundo: 11 del grupo de artesanías (México tiene tres y Perú, una), y 16 del grupo de agroalimentos.
“Esto refleja el valor agregado de nuestros productos y la riqueza de nuestra cultura. El Sello de Denominación de Origen protege a las comunidades que durante siglos han dedicado sus vidas a perfeccionar su técnica para ofrecer productos con altísimos estándares de calidad y con el toque colombiano que los hace atractivos y únicos en el mercado extranjero”, afirmó Flavia Santoro, presidenta de ProColombia.
El reconocimiento de Denominación de Origen es otorgado por la Superintendencia de Industria y Comercio a los productos que demuestren una relación directa entre su calidad y exclusividad de producción con factores geográficos y humanos.
Por tratarse de un trámite legal, cualquier persona puede solicitarlo, aunque los sellos otorgados hasta el momento han sido tramitados y entregados a entidades oficiales como Gobernaciones y Alcaldías, y a asociaciones de productores más que a personas particulares.
“Estas Denominaciones de Origen cuentan con un sello especial que las diferencia en el mercado, siendo apetecidas por los compradores en todo el mundo debido a la calidad que se garantiza”, agregó Ana María Fries Martínez, gerente General de Artesanías de Colombia.
Esta distinción -explica la directiva- significa que tales productos “cumplen con todos los requisitos, que son muchos y muy estrictos”, y garantizan que es un producto de origen. “Tener este sello da la seguridad a quién compra artesanías de que se son piezas que cuentan con todas las características de calidad, ubicación, buen uso de los recursos naturales y demás factores que los hacen únicos”, sostiene Fries Martínez.
Aunque no es fácil precisar a cuántas personas benefician, sí se pueden hacer algunas aproximaciones. En el caso de las artesanías, por ejemplo, las más beneficiadas son las once comunidades que las elaboran.
La más grande es la Zenú, con 3.000 artesanos dedicados al oficio. En la de Mopa Mopa se trabaja con 20 talleres en Pasto.
“Colombia tiene 27 productos con Denominación de Origen, lo que refleja el valor agregado”.
¿Qué es lo que ocurre con los agroalimentos?
"Más de 7.000 personas trabajan de forma directa e indirecta en la industria del bocadillo veleño en las zonas que están incluidas en el Sello Denominación de Origen: Moniquirá (Boyacá); Barbosa, Vélez, Guavatá, Puente Nacional y Jesús María (Santander)”, explicó Javier Morales, presidente de la Federación de la Cadena Productiva del Bocadillo Veleño (Fedeveleño), que integra a ocho asociaciones de pequeños empresarios del sector entre productores de la hoja de bijao, de la guayaba, de las cajitas de madera y del bocadillo.
La protección desde la Propiedad Intelectual, uno de los temas principales en esta industria naciente.
La Universidad Expernado es una de las líderes en la carrera, en esta institución el costo por año es de $17 millones.
