La lista de productos por los que deberá pagar el impuesto al valor agregado (IVA)

Con la radicación de la ley de financiamiento, se conoció que la propuesta contempla que los productos de la canasta básica que están gravados con el Impuesto al Valor Agregado (IVA) aumenten, pues pasarían de ser 53% de esta a ser alrededor de 80%.

Para el exministro de Hacienda Rudolf Hommes, gravar la canasta es lo que técnicamente se debe hacer, aunque tenga un efecto social muy fuerte. Según él, este efecto se aliviaría con la devolución que el Gobierno ha planteado para los estratos de menores ingresos.

“La gente no cree que se pueda devolver, pero la forma de hacerlo ya está inventada, que sería con una tarjeta bancaria que funcione como un ahorro. La cuestión es cuánto tiempo nos podemos tardar en implementar la tecnología, pues el país tardó años para unificar la tarjeta de Transmilenio”, señaló. También indicó que el sistema de devolución deberá implementarse antes de que se modifique el impuesto, de lo contrario se corre el riesgo de que la devolución no se realice.

Con el proyecto, que reduciría el IVA de 19% a 18% el próximo año y luego a 17% desde 2021, productos básicos para la cocina colombiana que actualmente están exentos como las carnes, el huevo, la leche y el pan empezarían a tributar.

Gremios del sector como la Asociación Nacional de Productores de Leche (Analac), la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz) y la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) han manifestado su preocupación por la medida pues gravar estos productos conduce a un aumento de precios que podría desestimular su consumo. Desde la SAC se calcula que el IVA de 18% en la mayoría de los productos de la canasta reduciría el consumo entre 10% y 20%, dependiendo del sector.

“Raddar realizó un informe a julio de este año en el que se concluyó que la percepción de los colombianos desde la reforma tributaria de 2017 es que cada vez pueden acceder a una menor cantidad de productos lácteos. Con el IVA de 18%, el consumo caerá”, mencionó Javier Ardila, gerente de Analac.

Con la imposición del IVA a los tubérculos, legumbres y hortalizas, que incluso tendrán la misma tasa impositiva que sus equivalentes enlatados, se ha dado la impresión a los agricultores de que se le está dando la espalda al campo y que desarrollar este sector va a ser cada vez más difícil. Sin embargo, en entrevista con Radio Nacional, el director de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), José Andrés Romero Tarazona, mencionó que se tiene el compromiso de ayudarlos y que por ello dentro de la ley se incluye una exención por 10 años a los empresarios del agro

“Lo que sí sucede es que queremos modificar el IVA para que sea más equitativo, porque el beneficio de la exclusión de los productos le está llegando a todo el mundo y el IVA es regresivo. Lo más sensato es lo que estamos haciendo, decirle a la gente de estratos altos que deben pagar el IVA y, en cambio, las 4 millones de familias que están en los deciles más bajos de ingresos, van a tener su cheque anticipado todos los bimestres, van a poder seguir comprando, tal vez un poco más, porque les vamos a compensar, no solo el IVA de los 40 productos que estamos incluyendo, sino el de todo lo que consumen”, dijo.

Gustavo Cote, exdirector de la Dian, considera que la mayoría de lo recaudado por IVA no lo va a aportar la clase que tiene mayores ingresos, sino la clase media, lo que eventualmente castigará sus bolsillos.

“Se pretende recaudar $11,2 billones y para neutralizar un poco la regresividad del impuesto, van a devolver alrededor de $2,6 billones. El grueso de esta diferencia de casi $9 billones va a terminar siendo asumida por la clase media, porque la gente con mayor capacidad económica es un grupo muy reducido”, destacó.

Vale la pena mencionar que entre los bienes exentos no estaban solamente alimentos, sino periódicos, textos escolares, cuadernos y revistas también. A estos también se les gravará con la tasa de 18%.

Con la última reforma tributaria se creó una tercera tarifa para el IVA, la cual grava a 35% de los productos de la canasta familiar con una tasa de 5%. A la mayoría de estos, que son bienes que requieren procesamiento como azúcar y carnes frías se les aumentaría la tasa a 18%, pero hay algunos servicios como los relacionados con seguros de salud que pasarían a tener una tasa de 0%.

Entre los bienes y servicios a los que no se les impondría el impuesto, que serían cerca de 20% de la canasta básica, están los servicios médicos, así como los servicios de educación y los servicios públicos. Que estos estén libres del impuesto permitiría reducir las brechas sociales y darle una mejor calidad de vida a la población.

Otros productos que tampoco se gravarían son las compresas y los tampones higiénicos, algo que sería bien recibido por la sociedad, puesto que se han creado campañas, como la liderada por la representante a la Cámara, Ángela María Robledo, para que a estos artículos se les quitara la tasa de 5% que tienen actualmente.

El proyecto de ley también señala que los intereses y rendimientos financieros por operaciones de crédito no serán gravados, a menos que formen parte de la base gravable señalada en el artículo 447 de Estatuto tributario, y el arrendamiento financiero (leasing).

“Estos servicios financieros deberían gravarse antes que los alimentos, que son vitales para las personas. Además, es ahí donde está el dinero y los movimientos de las personas de la sociedad con mayor poder adquisitivo”, señaló Enrique Romero, experto en tributación de la Universidad Central.

Lea el martes:
La Dian jugará un papel clave en la ley tributaria
Uno de los pilares de la propuesta tributaria del presidente Iván Duque, aún en la campaña presidencial, es el de la lucha frontal contra la evasión. Dentro de la ley de financiamiento esta intención está clara, ya que se pretende que la gestión de fiscalización de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) logre más de $1 billón al año. Para que esto sea posible, sin embargo, será necesaria una modernización de la entidad, ya que según las cuentas de Función Pública, la administración tributaria necesita cerca de 16.000 empleados, y actualmente cuenta con poco más de 9.000, de los cuales cerca de 40% está muy cerca de su jubilación. Además de la atracción de talentos jóvenes que permitan completar el personal requerido, la Dian necesita impulsar una mejora en sus sistemas informáticos para que los lastimosamente habituales cortes en los servicios de la Dian dejen de ser la norma y se conviertan en la excepción. LR conoció que la Dian ya pidió un permiso especial al Ministerio de Hacienda para prestar US$150 millones con el BID.