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Colombia no es el único país que se está quedando sin bebés, varios mercados de la región atraviesan por una crisis de natalidad. Conozca los retos que esto implica
Crisis de natalidad en Uruguay.
Con el decrecimiento poblacional, según AulaGroup, en los próximos cinco años podrían cerrar hasta 80 centros educativos
Uruguay alcanzó su pico poblacional en 2020 y, desde entonces, observa una caída sostenida de los nuevos nacimientos. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, INE, en los últimos seis años, la natalidad bajó en promedio 5%. Y es que, mientras en 2020 hubo 35.874 neonatos, para 2024 apenas se registraron 29.889.
Las proyecciones apuntan a una meseta de cerca de 30.000 nacimientos cada año hasta 2028, pero la presión demográfica se agudizará y se estima que hacia 2070 no serán más de 23.000; un desplome causado por una actual tasa de reemplazo insuficiente, pues en 2020 era de 1,4 hijos por mujer y en 2024 cayó a 1,2. Además, la edad promedio para dar a luz por primera vez pasó de 24,7 años a 37,6 años en ese mismo periodo.
Ya son varios los renglones que padecen la inversión en la pirámide poblacional: educación, salud y pensiones, tal como en otros países, son los que están más expuestos al envejecimiento de los habitantes. Además, el mercado laboral también se resiente con un capital humano cada vez más otoñal; un escenario que deja a la economía caminando por una cornisa si no se elaboran políticas públicas para adaptarse al cambio.

Los registros del Ministerio de Educación y Cultura evidencian cómo las nuevas matrículas en todo el sistema llegaron a un pico de 1,06 millones en 2020 y en 2023 cayeron a 1,04 millones; un desplome provocado por la disminución de nuevos ingresos en primera infancia, primaria, educación media y educación técnica. Únicamente se ven crecimientos en las matrículas universitarias, un eslabón que todavía se alimenta de los jóvenes que nacieron antes de la decadencia demográfica.
En el intervalo de comparación, las matrículas en centros de primera infancia cayeron 12%, al pasar de 189.776 a 167.185; las de primaria bajaron 2%, pasaron de 300.379 a 295.836; las de educación media también se contrajeron 2%, pasaron de 355.795 a 347.356; y las de técnica se redujeron 7%, pasaron de 2.246 a 2.078. En contraste, las matrículas de universidad subieron 12%, pasaron de 211.952 a 237.325.
Las instituciones privadas están bajo presión y el negocio de la enseñanza sufrirá un rebalanceo, pues menos nacimientos implicarán una menor demanda y no habrá espacio para todas las instituciones educativas. Aníbal González Isaguirre, consultor y CEO de AulaGroup, advirtió en febrero que “si nada cambia, en los próximos cinco años cerrarán unos 80 centros privados”.
Con el envejecimiento, se proyecta un aumento en la demanda de servicios de salud vinculados a personas mayores (más enfermedades crónicas, cuidados prolongados, dependencia); una realidad que igualmente aprieta al sistema sanitario y exigirá más recursos para atender a los usuarios.
Hay que mencionar que, según las proyecciones del INE, para 2070, hasta 32,5% de los uruguayos tendrá 65 años o más, el doble que en la actualidad (15,8%). En contraste, los menores de 15 años representarán solo 11,5% de la población y la edad promedio se elevará de 39 a casi 50 años.
En ese contexto, tal como ocurre en los otros países envejecidos, todo el esquema de seguridad social afrontará retos fiscales. Por ejemplo, el sistema pensional uruguayo es mixto y todos los cotizantes están obligados a poner una parte de su aporte en el sistema de reparto, es decir, en el modelo que usa las cotizaciones de los trabajadores activos para pagar las pensiones de los retirados. Eso indica que mientras se reduce la fuerza joven activa, el Estado deberá compensar el faltante de nuevos cotizantes para responder a quienes reciben la mesada del Banco de Previsión Social, BPS.
Desde hace años, en Uruguay se revisa el cambio demográfico para tomar acciones de manera anticipada ante la disminución de habitantes, puesto que las estimaciones del INE muestran una caída sostenida en adelante: la población pasará de 3,49 millones en 2024, a 3,46 millones en 2033. Jimena Pardo, directora del BPS, indicó que “estamos convocados a generar aumento de productividad y políticas que nos dejen mejor de cara al futuro”.
El impacto de la baja natalidad también amenaza al sector constructor e inmobiliario, teniendo en cuenta que a menor cantidad de neonatos, se reduce también la conformación de nuevas familias y cae la necesidad de la vivienda. Sin embargo, los datos del INE no ubican a la construcción como una de las actividades que más aporte a la generación de riqueza.
En Uruguay, un país con apenas 3,4 millones de habitantes, los colegios no suelen llegar a la barrera de los 1.000 estudiantes. Aquí los que más alumnos tienen en inicial, primaria y secundaria:
Seminario
Esta institución de origen católico abrió sus puertas en 1880 y es, hasta ahora, la que más estudiantes alberga en inicial y primaria, con un registro de 1.202 alumnos. Se enfoca en pedagogía y valores. La cifra de matriculados es estable desde 2020.
Elbio Fernández
Con más de 150 años de existencia, esta institución educativa, enfocada en educación bilingüe y humanista, registra 940 estudiantes y exhibe una ligera disminución de los matriculados con respecto a 2020, cuando totalizaban 993.
Stella Maris
Es una institución educativa católica y bilingüe, de origen irlandés, fundada en 1955. Según los últimos registros, acoge a 877 estudiantes y hace parte de los colegios que han logrado aumentar los matriculados, pues en 2020 registraba 792.
Instituto Crandon
El Instituto Crandon, fundado en 1879, es una institución educativa de la Iglesia Metodista. Los registros más recientes le atribuyen 720 estudiantes, pero se observa una disminución frente a los 811 que ingresaron durante la pandemia.
Liceo Francés
Fue fundado originalmente en 1897 y se enfoca en la educación bilingüe (español-francés). Las cifras recientes indican que tiene 700 estudiantes y también logró aumentar los matriculados con respecto a 2020, cuando sumaban 611.
En Uruguay no existe el servicio militar obligatorio. El sistema de incorporación suele ser voluntario o por convocatoria específica, por lo que el volumen de reclutas puede depender más de la política de defensa y del interés individual que del tamaño de la población joven. Este país tiene Fuerzas Armadas de un tamaño moderado frente a naciones más grandes, pues apenas cuenta con un área de 318.413 kilómetros cuadrados. Todo esto le otorga flexibilidad para planificar con base en expectativas demográficas más amplias y, por ahora, no se han reportado públicamente afectaciones para mantener el pie de fuerza por la menor natalidad.
Según reportes entregados por la Asociación Rural de Uruguay, ARU, entre 2020 y 2024 el empleo rural cayó 17% y se perdieron más de 21.000 trabajadores rurales. Diversos gremios del sector han confirmado dificultad para encontrar trabajadores, especialmente para atender temporadas de cosecha. Con una mano de obra envejecida, la productividad también muestra signos de contracción. Aparte de la caída en la natalidad, el campo enfrenta otra dificultad: es cada vez menos atractivo como opción de vida para la población joven, que prefiere migrar a las ciudades y prestar sus capacidades en el renglón de los servicios.
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La tasa de fecundidad viene en pique y, según los datos revelados por el INE, este año es de 1,16 hijos, 10,77% más baja que en 2020
A nivel nacional, la tasa de fecundidad promedio es de 1,4 hijos por mujer, muy por debajo del nivel de reemplazo poblacional ubicada en 2,1