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Según el rotativo, el grupo multinacional nipón consideró la idea de renovar dicho contrato, pero la desestimó al considerar que los gastos en patrocinios podrían incrementarse en un momento en que la empresa espera cerrar el ejercicio en números rojos por segundo año consecutivo afectada por el deterioro de su rama de telefonía móvil.
En 2005, Sony firmó un contrato para ser patrocinador oficial de FIFA y de los Mundiales de 2010 en Sudáfrica y 2014 en Brasil por unos US$277 millones que está a punto de expirar.
Nikkei se hace eco además de la posibilidad de que el lugar de Sony lo ocupe ahora el gigante surcoreano Samsung Electronics como patrocinador de FIFA dentro del sector de la electrónica y el ocio.
Por su parte, Sony celebró hoy en Tokio una reunión con accionistas en las que planteó sus objetivos en su rama de electrónica para el ejercicio 2018.
Sony prevé incrementar para entonces su facturación en la división de vídeojuegos en más de un 20 por ciento en relación a su previsión del ejercicio actual, y en más de un 50 por ciento en lo que respecta a la de dispositivos y semiconductores, según el documento publicado tras la junta.
La compañía prevé mejorar sus márgenes operativos en todas las unidades de electrónica, pero espera menos ingresos por venta en la de audio y vídeo y en la de cámaras digitales.
De este modo, Sony parece encomendar su futuro modelo a videojuegos y componentes electrónicos además de a su división de cine, que espera que facture un tercio más para 2018.
En lo que afecta a la de móviles, Sony guardó hoy silencio y explicó que revelará sus objetivos financieros para esta deficitaria división el próximo marzo.
Los hallazgos resaltan a la capital del país como el lugar con mayores reclamaciones radicadas, la cifra es cercana a 40% del total
El comité de las firmas pasó la calificación de BB+ a BBB-, lo que deja a la empresa de telecomunicaciones con una perspectiva más estable
La marca había reportado que los ingresos por actividades ordinarias en 2023 totalizaron $735.459 millones
