Solo 27% de las firmas trabaja contra la corrupción

Los sobornos, que ascienden a US$150 millones, que recibieron y repartieron siete altos directivos de la Fifa, comprueban la tesis del informe How do companies navigate bribery and corruption? el cual señala que 46% de estos ‘dineros calientes’ se reparten en la alta gerencia.

Y es que según el análisis  esta práctica es apenas una de las tantas maniobras fraudulentas a las que acuden algunos ejecutivos de multinacionales para obtener contratos y licitaciones, en las cuales estarían incluidas relaciones y pagos a personajes políticos.

Para no ir muy lejos, el sonado escándalo del carrusel de la contratación en Bogotá, cuyo siniestro se estima en más de $2 billones, tiene tras la rejas al exalcalde Samuel Moreno Rojas y a su hermano, Iván Moreno Rojas, quienes según las investigaciones de la Fiscalía cobraban sobornos hasta de 30% del valor de los proyectos que ellos mismos adjudicaban.

Los problemas de corrupción son un tema central en la competitividad de una empresa, porque, como lo aseguró Jorge Suescún, gerente director de  Kroll en Colombia, “la actuación fraudulenta puede hacer desaparecer una firma, por más rentable que esta sea. La legalidad se sobrepone por sobre el desarrollo empresarial, precisamente porque garantiza unas reglas básicas para que el mercado opere de manera correcta”. La preocupación principal de 93% de 242 grandes empresarios encuestados por Kroll en todo el mundo es el pago de sobornos. A este le siguieron el lavado de activos, para 61% de los CEO, manipulación de ofertas para 60% de los líderes y fijación indebida de precios, para 56% de los encuestados.

Pese a que el informe consigna que los gerentes y directivos dicen que hay intranquilidad al respecto, menos de 30% de las empresas poco hacen para combatir la corrupción dentro de sus empresas como en sus relaciones con terceras firmas.

Aproximadamente 50% de todos los sondeados son pesimistas y saben que prevén que los riesgos de soborno y corrupción aumentaran en el próximo año, debido principalmente a que según Kroll la expansión de las empresas hacia nuevos mercados los hace vulnerables ya que para 55% de las firmas saben que pueden estar negociando con entidades sancionadas por la ley lo cual no es nada sano para las compañías.

Por otro lado, mientras que  29% de los empresarios esperan que su firma no incurra en prácticas de corrupción, 48% afirmó que nunca ha hecho capacitaciones a sus empleados sobre cómo actuar contra estos problemas.

Cabe recordar que en esa línea, que solo 27% de los encuestados dicen que entrenan a sus terceros al menos una vez al año en la lucha contra el lavado de dinero y otras irregularidades ligadas a la corrupción.

Suescún aseguró que “52% de las empresas no le dedican atención, ni identifican el problema, pues en Colombia el sector más avanzado es el sector financiero. Las demás compañías tienen mucho camino por recorrer”. En general, quienes están implicados en casos de corrupción son los altos mandos.

El experto dijo que los sobornos se dan en la alta gerencia porque estos personajes abusan de su posición dominante y del acceso a información privilegiada para lucrarse.  No obstante, el informe de Kroll reveló que quienes deben liderar las políticas anticorrupción son los propios gerentes.

Ya que son quienes en su mayoría desconfían de las herramientas de control ante fraude, pues 15% señaló que tiene poca confianza en los controles financieros de su organización para atrapar registros fraudulentos, mientras  otro 36% solo tiene escasa confianza en sus controles.

Ahora bien, a la hora de negociar, a los empresarios si les preocupa la reputación de sus pares. Ya que 93% de los encuestados aseguró que el soborno es el peor delito empresarial, seguido de lavado de dinero. Pero recalcan que la afectación es mayor en casos de manipulación de precios.

Suescún dijo que estas múltiples conductas que atentan contra el patrimonio público le cuestan a los colombianos unos $22 billones al año.

Las opiniones

Nelson Gómez
Analista de mercadeo
“La corrupción es uno de los grandes males para las compañías, porque los consumidores sienten rechazo hacia la empresa”

Adriana Téllez
Experta en empresas
“Problemas de corrupción restan legitimidad a la marca y eso se verá reflejado en un descenso en las ventas y el flujo de negocios”.