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Más de 20 años después, Skoda ha hecho posible volver a conducir vehículos como el Felicia en el marco de la celebración de los 25 años del acuerdo con Volkswagen, que tuvo lugar el miércoles 12 de abril en el auditorio del Museo Skoda en Mladá Boleslav, la sede del fabricante checo.
En cuestión de comodidad, el Felicia era un modelo relativamente refinado para la época, y la unidad ‘de pruebas’ era un dechado de conservación por parte de su propietario, y pese a todo se encuentra a años luz del confort que se disfruta en cualquiera de los modelos semejantes de hoy: Spaceback, Rapid u Octavia.
En el interior, los Skoda habían comenzado a recibir componentes de su aliado Volkswagen, como el reloj digital del cuadro de instrumentos, que muy pronto se generalizarían en su gama y en la del propio fabricante alemán.
Si la impresión de volver al pasado es notable en un vehículo de gasolina de los 90, no se puede comparar con la de arrancar uno de los primeros TDI montados por la marca, por ejemplo, en el Octavia, que cumple 20 años.
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