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Las dos propuestas en carrera son la de Lobbing & Consulting, respaldada por Deloitte y encabezada por Alfonso Giraldo, y la del acreedor Gerardo Monroy
Son dos las propuestas que están en carrera para el rescate operativo y financiero de Justo y Bueno, cuyos plazos se vencen la próxima semana. Así lo precisó el superintendente de sociedades, Billy Escobar, quien estima, de acuerdo con los informes elaborados en el marco del proceso de reorganización y posible liquidación, que requerirá una inyección de recursos superior a los $220.000 millones.
El supersociedades señala que la nueva audiencia, para valoración de las propuestas, se convocará para mediados de agosto. Explicó a LR que el liquidador presentó un informe de actualización de activos y gastos de administración, que servirá de base para las opciones de rescate. El plazo para el traslado del informe vence el 27 de julio.
“Hubo dos grupos o personas que manifestaron interés en salvar la empresa. El juez decidirá sobre las dos propuestas que lleguen, para ver si son viables”, indicó el superintendente Escobar, y recalcó la importancia de que “lleguen con algo concreto. Que tenga liquidez, que lleguen con una inyección considerable de recursos para la salvación de la empresa. Superior a los $220.000 millones, que lo que viene acumulado de este año, pago de arriendos, de salarios”.
Las dos propuestas en carrera son la de Lobbing & Consulting, respaldada por Deloitte y encabezada por Alfonso Giraldo, y por otro lado la del acreedor Gerardo Monroy. Este último se trata de un antiguo proveedor, que suministró refrigeradores a la cadena e incluso ayudó a su financiación.
En la audiencia pública del 12 de mayo, la Supersociedades ordenó la liquidación judicial de la cadena de bajo costo, pero, al tiempo, abrió un plazo de 30 días para que se presentaran nuevas ofertas para salvar la empresa. En ese momento, el fundador de la compañía, Michel Olmi, se pronunció sobre la decisión del juez como “una luz de esperanza para que Justo y Bueno continúe aportando a tantas familias y al país”.
Esto con miras a salvaguardar los más de 6.000 empleos directos y 19.000 indirectos que tiene la cadena de retail de bajo costo, que se había convertido en el tercer jugador del sector con 18,2% del mercado en Colombia.
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