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La petrolera brasileña Petrobras anunció ayer la venta de bloques de crudo en tierra y oleoductos en Colombia a la francesa Perenco por US$380 millones, según un comunicado.
Así, la estatal brasilera dejaría cinco campos de producción en tierra en los departamentos de Tolima y Casanare, (tres de ellos operados) y 14 bloques exploratorios, seis de ellos costa fuera.
La compañía brasilera, que tiene una presencia de más de 40 años en el país, siendo Colombia el primer mercado al que llegó en su proceso de internacionalización en 1972, estaría continuando con su plan de desinversiones y reestructuración de activos por un valor de US$9.900 millones en los próximos cuatro años para fortalecer sus inversiones en la explotación en la plataforma submarina de Brasil.
Expertos del sector señalaron previamente a LR que los hallazgos de la empresa en el país no han sido de gran magnitud y su mayor descubrimiento, Campo Guandó, ya no tiene los mismos niveles de producción que tenía cuando fue descubierto, hace 13 años. Si a este panorama se le suma que la petrolera ha tenido dificultades para elevar su producción en Brasil y la importación de derivados para abastecer la demanda local ha golpeado sus ganancias desde hace varios trimestres, la venta de su participación en los campos colombianos sería una buena decisión para el momento por el que pasa la firma y para los movimientos que debe hacer para mejorar sus estados financieros.
La compañía tiene previsto un gasto de capital de US$237.000 millones hasta 2017, en lo que se considera el mayor plan de inversión de una empresa en el mundo. Este programa le ayudaría a elevar las reservas de petróleo en Brasil e impulsar la producción de Petrobras a unos 5 millones de barriles por día a 2020.
En agosto la empresa anunció que obtuvo US$2.100 millones por la venta de participaciones en varias petroquímica y proyectos de exploración petrolera, dentro de sus esfuerzos por desprenderse de activos no vinculados a su negocio clave y de obtener efectivo. Por ejemplo, la firma vendió 35% de su participación en un proyecto de exploración petrolera en la cuenta de Santos a la china Sinochem por US$1.540 millones; se desprendió de participaciones en bloques en el Golfo de México y se deshizo de sus acciones en una petroquímica localizada en Rio Grande do Sul .
Petrobras también cerró un contrato de venta por US$185 millones que incluye tres campos de producción en la costa estadounidense del Golfo de México y vendió todas las acciones de la petroquímica Innova por US$372 millones a Videolar.
En lo corrido del año la firma también anunció una licitación de sus campos de petróleo nigerianos, una venta que podría dejarle hasta US$ 5.000 millones; le vendió a la uruguaya Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland 50% de la empresa Montevideo Gas por US$7,5 millones; y le vendió a la noruega Statoil 12% de su participación en una licencia para explotar hidrocarburos en un bloque marino frente a la costa de Tanzania.
En la región, Petrobras está ofreciendo en Perú sus lotes 57 y 58. En Argentina, la petrolera quiere vender algunos de sus activos actuales, de los que hacen parte la refinería de Bahía Blanca, además de 315 estaciones de servicio, 25% de Edesur y una parte de Transportadora de Gas del Sur. Además, la firma planea vender sus campos de crudo en África, Japón y Estados Unidos para captar fondos.
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