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Crecimiento del programa 'Asómbrate' de venta de bonos de carbono por la siembra de árboles de sombrío en cultivos de café y cacao
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El programa ‘Asómbrate’ entregó a productores de café del Cauca pagos por capturar carbono mediante la siembra de árboles de sombrío
Cada vez más empresas avanzan en la compensación de emisiones de carbono como forma de asumir su responsabilidad social y aportar contra el cambio climático. El de los bonos de carbono es un mercado creciente en el que interactúan con organizaciones que están en capacidad de garantizar medidas efectivas para reducir la huella de carbono de las empresas.
Rabobank y Solidaridad Network entregaron en Popayán pagos a pequeños productores de café que participan del programa ‘Asómbrate’, estrategia que les ofrece participar de los mercados de carbono, y obtener pagos anuales por la siembra de árboles de sombrío en sus cultivos, además de capacitaciones y facilidades de financiación.
Más de 15.000 productores de café y cacao se han vinculado al programa en el país hasta la fecha. Entre ellos, 2.015 lograron eliminar 21.440 toneladas de CO2 de la atmósfera y recibieron pagos por más de $2.340 millones, explicó el gerente de Solidaridad Network en Colombia, Joel Brounen.
La captura de carbono está certificada mediante mediciones a través de una plataforma tecnológica a cargo de Microsoft, que es también el comprador de los bonos de carbono.
“Logramos ofrecer una solución basada en sistemas satelitales e inteligencia artificial y asegurar que vendan a un cliente como Microsoft sus bonos de carbono”, destacó Brounen.
“Destinamos US$1.000 millones desde hace cuatro años para ser neutros en carbono en 2030 y revertir la huella que hemos generado como empresa para 2050”.
El mercado de carbono
Paola López, gerente de Alianzas en Latinoamérica de Acorn, programa de Rabobank que apoya a pequeños productores en la transición de los monocultivos hacia los sistemas agroforestales y la venta de bonos de carbono, explica que este mercado incluye dos partes: el mercado voluntario y el obligatorio, que está en construcción aún en Colombia.
“Las empresas que compran estos bonos de carbono, lo hacen de manera voluntaria, porque tienen unos compromisos de descarbonización o de reducción de su huella de carbono. Todas las transacciones de este mercado parten de esa voluntad de compensar el impacto que las empresas no pueden compensar por sí solas”, destaca.
Las empresas comienzan por una medir su huella de carbono y diseñan una estrategia de reducción de emisiones en sus procesos. Al final de este ejercicio, acuden al mercado de carbono. “Hay bonos asociados a la reducción de emisiones, a la conservación de bosques o la remoción del carbono, que es donde opera Acorn”, agrega.
Las mediciones son fundamentales en este mercado al garantizar que los pagos correspondan a las acciones por la reducción de emisiones. “Incluir tecnología para determinar que efectivamente sí se está capturando la cantidad de carbono que se está diciendo es fundamental”, señala Germán Otálora Castro, director de conectividad de Microsoft.
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