La clave para llegar a 5G es que bajen los precios de los teléfonos inteligentes

A pesar de que las redes de tercera generación ya llevan 13 años en el mercado y las 4G ofrecen 10 veces más velocidad, 65% de la población está suscrita a planes de 2G, 28% está en 3G y menos de 5% usa redes de cuarta generación.

Según Clayton Cruz, director de banda ancha móvil de Ericsson para América Latina, la visión de la compañía para 2019 es que estos números cambien drásticamente. En cinco años, 65% de los usuarios estarían en 3G y las suscripciones a 4G subirían a 25%. “Lo más importante es el ecosistema de los teléfonos y que el precio de un 3G sigue siendo mucho más bajo que el de 4G. Eso puede cambiar si los precios de las terminales siguen bajando” dijo.

A 2019, la multinacional sueca también le apunta a tener lista la tecnología 5G, que promete 100 veces más dispositivos conectados y una velocidad de descarga 100 veces mayor. Sin embargo, para que esta red sea una realidad se necesita un esfuerzo del sector y de los gobiernos para: crear dispositivos con baterías 10 veces más duraderas, ampliar el ancho de banda, bajar precios y liberar espectro eletromagnético.

En el Futurecom, congreso de las TIC que se celebra esta semana en Brasil, se ha visto una marcada tendencia de las compañías de telecomunicaciones por enfocar sus negocios a los planes de datos, pues según las predicciones, en menos de cinco años habrá 580 millones de dispositivos conectados, que no solo incluirán los teléfonos, tabletas y computadores, sino elementos más cotidianos como una lavadora o un poste de luz.

Aunque el futuro promete, Cruz subrayó que los operadores de telefonía móvil tienen el reto de mejorar la calidad de la señal que usamos hoy en día.