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Brigitte Baptiste, rectora Universidad Ean, Esmeralda Velandia, directora Innovación y Emprendimiento CCB, y Natalia Jaramillo, líder de Educación de Microsoft, durante foro sobre "IA, retos en la academia".
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Brigitte Baptiste, rectora de la Universidad Ean, señaló que es importante formar jóvenes conscientes del manejo de datos
En el marco del foro realizado por el Diario La República y la Universidad EAN con relación al papel y los retos que enfrenta la academia en torno a la Inteligencia Artificial, Brigitte Baptiste, rectora Universidad Ean, Esmeralda Velandia, directora Innovación y Emprendimiento CCB, y Natalia Jaramillo, líder de Educación de Microsoft, hablaron sobre cómo las universidades juegan un papel fundamental en la generación de un pensamiento crítico en los estudiantes, y sobre la importancia de formarlos frente a temas como la ciberseguridad y el manejo de los datos.
Durante el primer panel llamado “El papel de la IA en la academia”, la rectora de la Universidad EAN señaló que, aunque se viene hablando sobre Inteligencia Artificial desde finales del siglo pasado, es un tema que se vuelve interesante porque ahora se tiene la capacidad de poner estas herramientas a disposición de todos los profesores, toda la comunidad administrativa y de los estudiantes, para que puedan detectar y evaluar la capacidad que tienen estas herramientas para innovar y para acelerar procesos que eran habitualmente repetitivos.
“La Inteligencia Artificial no representan una innovación tan grande como uno creyera, porque a lo que estamos abocados es a acortar los tiempos en el análisis de la Big Data. Desde mi punto de vista, lo que estamos haciendo es ayudar a la construcción del cíborg, que están desarrollando capacidades analíticas adicionales a las que tenemos desde el punto de vista biológico”, señaló.
De acuerdo con Baptiste, en la universidad llevan varios años utilizando IA en procesos administrativos, para saber quiénes son sus estudiantes, los actuales, los potenciales, qué están pidiendo, hacia dónde se están orientando las decisiones vocacionales de bachillerato. “Para nosotros la IA representa una herramienta para poder ajustar la universidad a la demanda de la sociedad”, destacó.
Según la rectora, hoy en día, los estudiantes quieren aprender a actuar en conjunto con la máquina. Por eso, el papel de la academia se vuelve fundamental para formar jóvenes conscientes del manejo de datos en una interfaz de conectividad.
“Tenemos la capacidad de poner estas herramientas a disposición de toda la comunidad académica para que puedan evaluar la capacidad que tienen estas herramientas para acelerar procesos rutinarios”, explicó.
Natalia Jaramillo, líder de Educación de Microsoft, destacó que lo importante es cómo se puede generar un pensamiento crítico en los estudiantes para que puedan aprovechar la IA. “Nosotros pensamos mucho en el aula. La IA ayuda a tener interacciones mucho más innovadoras en la academia, por ello hay que formar a los jóvenes para que puedan estar inmersos en este mundo”, señaló.
De acuerdo con Esmeralda Velandia, directora Innovación y Emprendimiento de la Cámara de Comercio de Bogotá, aquellas personas que no están utilizando la IA en su día a día, seguramente se van a quedar atrás en términos de oportunidades de empleo.
“Estos empresarios que no están desarrollando laboratorios para hacer pruebas en torno a la IA, van a salir del mercado. Van a ser reemplazados por jóvenes que están sacando sus startups, a una velocidad increíble, con unas soluciones disruptivas y que no solamente están pensando en lo que está pasando en nuestro entorno, sino también en que está pasando a nivel global. Esos problemas que tenemos como humanidad y que, con el uso de estas tecnologías, podremos solucionar”, manifestó Velandia.
Desde la CCB, lideran iniciativas como el Centro de Emprendimiento e Innovación, en donde acercan las tecnologías desde el enfoqué de qué es lo que está solucionando para los empresarios. “La IA se está utilizando en la reducción de procesos. Hoy en día, en cuestión de horas, estamos haciendo unos procesos que se han vuelto más eficientes. Se ha implementado también en el manejo de inventarios”, dijo.
Uno de los retos en el que las tres panelistas coincidieron es el de ciberseguridad. “Tenemos que ser conscientes de cómo entregamos y utilizamos nuestros datos”, señaló Jaramillo. “Hay que seguir investigando para que la política pública esté alineada con lo que está pasando en torno a la IA”.
Además, el componente ético se vuelve clave para su inclusión en políticas públicas de todos los países. “En la Unión Europea están definiendo cuáles son esos puntos regulatorios en torno a la IA. Desde la CCB estamos creando un Distrito de Ciencia e Innovación para abrir espacios en los que se hable sobre cuáles son los límites que, como sociedad, queremos establecer con respecto a la IA”, señaló Velandia.
La rectora de la EAN, destacó que la IA es una aliada, es un componente de la cultura e innovación que proviene de nuestras mismas capacidades para habitar el mundo. De acuerdo con Baptiste, no hay que temerle nunca al desarrollo, hay que tenerle miedo a los malos usos.
“La IA viene a empujarnos y a mostrarnos que se tiene una deuda con la sociedad. Una de las grandes amenazas que reconoce el Foro Económico Mundial son las noticias falsas. Ahora tenemos la capacidad de identificar y evaluar la certeza de los contenidos. La necesidad urgente para la academia es reformar sus principios pedagógicos”, explicó.
El Foro Económico Mundial señaló que desde 2020 solo ha crecido 1% en como la tecnología va asumiendo roles que antes tenía el ser humano. Esto, según Jaramillo, implica que no necesariamente vamos a tener menos trabajos. La tecnología en general y la IA son habilitadores. “Copilot es la versión de IA de Microsoft. Llevamos algunos meses implementándolo. De los usuarios encuestados, 70% mejoró la productividad y 68% mejoró la calidad de su trabajo”, destacó.
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