Con los acuerdos comerciales las motos de gama alta ya no son un lujo

El interés de los colombianos por las motos es cada vez más notorio. Hace apenas 10 años se vendían en el país más de 79.000 vehículos de este tipo, pero en 2012 se adquirieron 598.285, según cifras de la Cámara de la Industria Automotriz de la Andi. Sin embargo, eso no solo tiene que ver con las marcas más populares sino que también, con los acuerdos comerciales crece la demanda de las de gama alta.

Ante estas cifras no resulta extraño que las previsiones de los expertos apunten a que a largo plazo los acuerdos de libre comercio beneficien al consumidor a través de una oferta más amplia de este tipo de productos sobre los cuales el interés se ha multiplicado.

Para Tulio Zuluaga, presidente de la asociación del sector automotriz y sus partes, Asopartes, si bien en todos los TLC el gran beneficiado siempre es el consumidor final, en este caso particular, también habrá grandes beneficios para las ensambladoras nacionales, que verán en estos acuerdos una plataforma para llegar a otros países.

Lo anterior se explica en el hecho de que el mercado de las motos ha venido creciendo de manera acelerada.

“Hace 25 años las motos eran un bien de lujo, hoy se ha llegado a unos precios absurdos”, indicó Zuluaga refiriéndose a la posibilidad, cada vez mayor, que tiene un colombiano de comprar una moto.

Su percepción de que “hay más motocicletas que carros” la confirma la Andi basada en datos de el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y la Dian. Mientras en 2012 el consumo aparente de vehículos era de 325.278 unidades, el de motos alcanzaba las 598.285.

La situación obedece a que al tiempo que están llegando varias unidades de países como Corea, China o Turquía (según la Andi el año pasado se importaron más de 43.800 motos), las ensambladoras multiplicaron por siete su producción en el país (con 554.484 unidades).

Sin embargo, los efectos de los TLC en materia de reducción de aranceles y facilidad en la adquisición de bienes externos no se verán de la noche a la mañana, al contrario, sus resultados solo podrán ser medidos dentro de varios años.

De hecho, Zuluaga se refirió al acuerdo con Estados Unidos, que entró en vigencia hace más de un año, para demostrar que en este tiempo el impacto de la decisión en el sector ha sido mínimo.

“Esas diferencias se podrán identificar a partir del cuarto año de entrada en vigencia de cualquier acuerdo, cuando a las marcas tradicionales como Yamaha, Suzuki y Honda se sumen multinacionales”, indicó el presidente de la asociación sobre el impacto.

A diferencia de lo que se podría concluir a primera vista, Zuluaga descarta que la competencia ponga en peligro la producción de motocicletas. De hecho, el sector está bien consolidado y ocupa el segundo lugar en la región después de Brasil (con nueve ensambladoras), registrando cerca de 4.650 empleos directos según estadísticas del Dane.

Esto sin contar con que la industria de ensamble aporta 20% del PIB del sector automotor y participa con un 18% en la generación de ingresos a los empleados del mismo.

La opinión

Tulio Zuluaga
Presidente de asopartes
“Las ensambladoras nacionales de motos tienen con los tratados de libre comercio una plataforma para llegar a otros países de la región caribe, centro y sur del continente”.