Bichopolis y su apuesta limpia

“Nuestra idea es ofrecerle al productor más allá de unos bichos o una solución, una herramienta que sea asequible desde el punto de vista técnico, financiero, eficiente y que mejore aspectos del cultivo como la calidad de productividad”, explica Alexánder Escobar, gerente técnico y fundador de Bichopolis.

Así mismo, su sistema de producción es bajo invernadero con el objetivo de aumentar la temperatura y así poder trabajar con las diferentes fases de este proceso: la vegetativa,  infestación y recolección. Aquí, en envases plásticos se  empacan los ácaros hasta 90% puros y en cantidades que dependen de la solicitud del cliente.  

Dentro de los objetivos principales que logró que Bichopolis se consolidara como un modelo de negocio sostenible, fue  el hecho de querer causar un impacto con el cual la tierra se beneficie. Esto sin dejar de lado el aumento de la productividad, disminución de costos y hacer el producto más asequible para un consumo masivo.  “Hasta ahora, los ‘hig class’ de la agricultura pueden acceder a esta tecnología, pero si logramos ser más productivos y mejorar nuestra calidad a través de la investigación, podemos bajar costos y hacer que esto sea más asequible, pero nos falta investigación”, sostiene Escobar. 

Frente a su vinculación con la Fundación Bolívar Davivienda, Yohana Martínez gerente y fundadora de la empresa explica que, “ha sido un camino increíble y gracias a este proyecto ya somos visibles en el escenario del control biológico. Tenemos un 80% del mercado de este tipo de ácaro en el sector floricultor, contamos con cerca de 25 clientes, tenemos ventas importantes  y vinculamos a un ángel inversionista multinacional”.

La empresaria sostuvo que en 2013 se asoció con el líder mundial en la producción de enemigos naturales, la compañía BioBee de Israel. “Con ella  estamos actualmente mejorando la tecnología para ofrecer un producto a la vanguardia de las necesidades del campo colombiano”, agrega frente a este punto Martínez.

Dentro de los planes de Bichoplois a mediano y largo plazo está implementar un paquete tecnológico más completo, ya que solo trabaja con un solo tipo de plaga y su objetivo es atacar los áfidos, mosca blanca, trips y ácaros. Estas constituyen las cuatro principales plagas que atacan las flores.

Así mismo, los propietarios de la empresa pretenden trabajar con cultivos de comida y pequeños agricultores. Sin embargo, saben que todavía hay muchos limitantes en el mercado. “Todos los agricultores quisieran producir limpio y detestan usar veneno, pero es lo que hay en el mercado. No tienen otras herramientas para producir. La gran limitante para usar este tipo de tecnologías es que no hay en el mercado una oferta grande, constante y con precios competitivos”, agrega Escobar. 

Por último Martínez enfatiza en que se necesitan otro tipo de emprendimientos como este, que realmente impacten el medio ambiente y los sectores.

“Hay muchas necesidades y creo que es importante que los jóvenes que hoy están cursando últimos años se enfoquen más en ser emprendedores que empleados, ya que aquí están las opciones y el dinero”.