“Tememos que se grave la prestación del subsidio familiar”

Por esta razón, la Asociación de Cajas de Compensación Familiar (Asocajas) tiene el compromiso de trabajar en una transformación social, que se traduce en servicios de impacto y calidad prestados por las Cajas afiliadas al gremio, que en muchos casos el Estado no tiene la capacidad de otorgar. Álvaro José Cobo, presidente de Asocajas aseguró que el balance en cuanto afiliación sigue en aumento, ya que se incorporaron en 2014 más de 900.000 trabajadores, lo cual revela que “hay un enorme potencial de colombianos que esperamos continuar afiliando”. Pero también tiene temores y uno de ellos es que se le pongan impuestos al subsidio familiar. 

¿Cuál es el reto de las cajas de compensación en los próximos cinco años?
Tenemos permanentemente el reto de seguir universalizando la prestación social del subsidio familiar para los trabajadores colombianos, especialmente en el sector rural. En el nuevo país, las Cajas tenemos un compromiso con la transformación social, pero ello solo se logrará en la medida en que el país se vaya formalizando. También el reto de las Cajas es continuar nuestro liderazgo en términos de eficiencia en la operación de servicios sociales, que especialmente, el Estado no puede prestar, lo cual podemos hacer con recursos del mismo Estado.

Hoy cubren la mitad de la población colombiana. ¿Cuánto más se plantea ampliar la cobertura?
Son dos tipos de poblaciones las que debemos atender: de una parte, los afiliados directos, por los cuales los empleadores aportan 4% de sus nóminas para el subsidio familiar. La ampliación de esta cobertura dependerá necesariamente del crecimiento conómico del país y por ende del empleo. La otra población que atendemos, depende de los programas y servicios que operamos con recursos de terceros, bien sean del Estado, de cooperantes nacionales e internacionales y de aliados del sector privado que confían en las Cajas de Compensación Familiar para desarrollar dichos programas.

¿Cómo ha sido el balance hasta hoy de la incorporación de los segmentos vulnerables como madres comunitarias, empleadas domésticas, trabajadores por día y pensionados? ¿Cuáles son las perspectivas?
Hoy registramos un balance muy positivo. Logramos una importante afiliación de estas poblaciones que estaban reclamando la protección de la seguridad social y del subsidio familiar. Allí hay un enorme potencial de colombianos que esperamos continuar afiliando, como son 736.000 trabajadores del servicio doméstico; 75.000 madres comunitarias; 1,4 millones de trabajadores que laboran por días y 1,6 millones pensionados.

Cerca de 816.000 familias se han beneficiado del subsidio de vivienda de las Cajas de Compensación, ¿cómo va a ser el ritmo en los próximos años?
Este es quizás uno de los servicios más apreciados por nuestros afiliados, que han encontrado en el subsidio familiar de vivienda el realizar el sueño de su vida: contar con su propio techo. Como muchos de los programas de las Cajas de Compensación, el ritmo de entrega de subsidios dependerá del comportamiento de los aportes que pagan los empleadores y en este sentido, reitero, del crecimiento económico del país.

Hay sectores que critican las tarifas de las Cajas, ¿qué se propone para mejorar esta situación?
Este tema parte del principio de la compensación. La fijación de tarifas de los servicios sociales que prestan las Cajas de Compensación Familiar depende de las políticas adoptadas por cada Consejo Directivo, basados en los principios filosóficos y legales que inspiran el subsidio familiar: a salarios bajos, tarifas bajas y a salarios más altos, tarifas más altas. Las mismas son vigiladas por la Superintendencia del Subsidio Familiar, que ha definido unas categorías que agrupan a los trabajadores, de acuerdo con su nivel salarial. Cada Caja, de acuerdo con su estructura de costos, su capacidad financiera y con los principios que hemos enunciado, determina el subsidio aplicable a cada una de las categorías de trabajadores.

¿Le teme a una reforma tributaria?
Más que temerle a una reforma tributaria, de carácter estructural que requiere el país, le tememos es a que se grave la prestación del subsidio familiar de los trabajadores colombianos y el patrimonio social que se ha construido a través de 61 años de su existencia. Actualmente, las Cajas de Compensación Familiar pagan impuestos, como cualquier empresa, en sus actividades comerciales y de mercadeo, que no comprometen recursos del subsidio familiar, ante lo cual no hemos tenido reparo.

En el escenario actual de la paz, ¿cuál podría ser el aporte de las Cajas de Compensación?
Nuestro aporte es ayudar a la transformación social del país. El congreso anual de nuestra Asociación lo hemos dedicado este año al ‘Compromiso del Subsidio Familiar con el Campo’, en concordancia con los postulados de la ‘Misión para la Transformación del Campo’ que lidera el exministro José Antonio Ocampo, y del Plan Nacional de Desarrollo que recientemente aprobó el Congreso de la República para el presente cuatrienio. Es un hecho que una de las poblaciones que más ha sufrido la violencia es el campesinado y por ello encaminaremos nuestros mayores esfuerzos a hacer presencia efectiva en este sector.