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A diciembre de 2012, de las 424.197 empresas beneficiadas con la Ley 1429 de 2010 de Formalización y Generación de Empleo en el Registro Único Empresarial (RUE) de las cámaras de comercio del país, tan solo un 20% ha realizado aportes al Sistema de la Protección Social.
Esto corresponde a 84.839 empresas, según cifras de la Unidad de Gestión Pensional y Parafiscales (Ugpp).
Al cierre de 2011, se habían registrado 239.400 empresas ante las cámaras de comercio como potenciales beneficiarias de la Ley, de las cuales solo el 3% realizaban aportes a la Seguridad Social. Aunque el porcentaje aumentó, aún las cifras son muy bajas, por lo que el proceso demuestra que muchas empresas se están quedando a la mitad del camino en materia de formalización, uno de los objetivos principales de la también llamada Ley de Primer Empleo.
Desde hace dos años, la Ugpp y la Dian han hecho un trabajo de control a las empresas que se acojan a los beneficios tributarios que otorga la Ley. Para marzo del año pasado, las dos entidades habían anunciado que en caso tal de encontrarse un uso inapropiado de los beneficios se impondrían sanciones.
Entre otros de los datos que se tiene sobre el balance de esta Ley a tres años de implementación, es que a diciembre de 2012 había 250.563 cotizantes de las empresas que habían realizado por lo menos un pago a la Seguridad Social. Del total, 18.139 empresas se habían beneficiado de la progresividad en los aportes parafiscales, que son uno de los beneficios tributarios de esta Ley.
De acuerdo con cifras de Confecámaras, al 26 de abril de 2013, 449.980 empresas se han visto beneficiadas con la Ley. Su presidente, Julián Domínguez Rivera, señaló que un primer impacto positivo es que 53.161 empresas que estaban inactivas, aprovecharon la amnistía que ofreció la Ley y tomaron la decisión de reactivarse en lugar de liquidarse. Un segundo impacto, según el dirigente gremial, es que la Ley permitió la depuración del registro mercantil, sacando 1.479.591 de empresas que no estaban interesadas en reactivarse y que llevaban más de diez años inactivas.
Así mismo, Domínguez afirmó que se favorece el emprendimiento, ya que ha permitido la creación de 396.819 nuevas empresas. “La bondad de la ley es que les permite a las empresas atravesar lo que hemos denominado el ‘Valle de la Muerte’, que en promedio se manifiesta a los tres años de creadas. La gradualidad que establece la ley en el pago de parafiscales y del registro mercantil, les permite aliviar los costos una vez se ha agotado la inversión de su capital inicial”, agregó.
Estudios de Confecámaras muestran que la región donde más beneficiarios existen es en el Centro (Bogotá, Cundinamarca, Huila y Tolima), seguida por la región conformada por Antioquia y el Eje Cafetero. En cuanto a sectores, los más beneficiados son comercio; actividades inmobiliarias, de alquiler y empresariales; hoteles y restaurantes; industrias manufactureras; transporte, almacenamiento y comunicaciones; y construcción.
Las empresas que se pueden beneficiar de esta ley son: las nuevas pequeñas empresas que empiecen a funcionar formalmente, es decir, que operen con su debida matrícula mercantil; las que antes operaban informalmente, es decir, sin la matrícula mercantil; todas las empresas formales creadas antes de la Ley.
Algunos de los requisitos que se deben tener en cuenta son que la planta de personal no sea superior a 50 trabajadores; los activos totales no sean mayores a 5.000 salarios mínimos mensuales ($2.947 millones), entre otros.
Así mismo, los empleadores tendrán los beneficios de la Ley si vinculan a nuevos empleados que sean de grupos considerados vulnerables como: los menores de 28 años; las mujeres mayores de 40 años que en el último año estuvieren desempleadas; personas en situación de desplazamiento proceso reintegración o condición de discapacidad, y trabajadores de bajos ingresos.
Las compañías se ven beneficiadas con el hecho de que éstas no pagarán los aportes de nómina a cajas de compensación familiar, al Sena, al Icbf ni a la subcuenta de solidaridad en salud, en sus dos primeros años a partir del inicio de su actividad económica principal. Luego hay una progresividad en el pago hasta 2014. También aplica para el impuesto sobre la renta.
La opinión
Julián Domínguez
Presidente de Confecámaras
“Si bien es una ley de formalización también favorece el emprendimiento, porque ha permitido la creación de 396.819 nuevas empresas”.
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