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En momentos en que está intentando reformarse la educación superior, por una con mayor cobertura y mejor calidad, habría que preguntarse cómo están estas instituciones. Diana Ramírez, directora del Consejo Nacional de Acreditación(CNA), aseguró que solo el 10% de las instituciones de educación superior han sido acreditadas por el CNA y, en la misma vía el 20% de programas han recibido este aval.
Sin embargo, señaló Ramón Guacaneme, quien está encargándose de la acreditación de la Escuela Prime Business School, de la Universidad Sergio Arboleda, habría que evaluar en cuánto tiempo se ha dado esta participación antes de ver el vaso medio vacío. En el año 2000, 36 programas de pregrado habían recibido una acreditación y en el 2012 esta cifra llegó a 221.
Y en el caso de instituciones la cosa no está nada fácil, hace cuatro años solamente 14 instituciones cumplían con este aspecto y hoy son 25, señaló Obdulio Velásquez, rector de la Universidad de la Sabana, “esto implicaría que si bien no parece muy representativa la cantidad de Universidades acreditadas en Colombia, la tasa de acreditación sí está creciendo”, agregó. En Colombia, explicó Ramírez, estar certificado por el CNA no es obligatorio, por lo que muchas universidades lo han dejado como una opción, pero no han iniciado el trámite concienzudamente.
Los obstáculos que se perciben desde la entidad son dos: la primera, que aunque no cuesta nada hacer la acreditación, lograrla sí implica inversiones importantes en infraestructura y consolidación de procesos, y la segunda, es que deben asumirla como un compromiso de mejoramiento permanente. “Llegar a este nivel requiere de una mirada introspectiva de calidad en los aspectos académicos y pedagógicos que ofrecen los programas que permite identificar fortalezas y debilidades”, destacó Darío Bernal, coordinador de aseguramiento de la calidad en la Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano.
“Se plantean objetivos de mejoramiento con el fin de ofrecer una formación cada vez más integral, pertinente con las realidades”, recalcó. “Un proceso de reacreditación es más difícil que el primero (...) y no hacerlo tiene unos costos sociales muy importantes” recalcó la directora. De acuerdo con Guacaneme, lo más difícil de una acreditación es “hacer conciencia entre los estudiantes, profesores y administrativos que implica es llevar una lógica y un registro de lo que se hace y se necesita un apoyo en temas informáticos, sobre todo se complica con el seguimiento a egresados, al menos en las certificaciones internacionales”.
Ahora bien habría que clarificar que las certificaciones internacionales no reemplazan la acreditación nacional, simplemente es una opción a la que acceden algunas universidades para hacer visible su calidad en algunos países y sobre todo, se usan para darle reconocimiento según la especificidad de los programas. Finalmente, Velásquez destacó que para lograr que la calidad en la educación superior aumente, resulta necesario que “los padres y estudiantes exijan estos sellos porque eso les va a dar una garantía de calidad académica”. Inician reuniones para una política marco de educación Los diálogos nacionales para buscar una política marco para la educación superior iniciaron este 20 de marzo, pero continúan en Bucaramanga y Cúcuta (4 de abril), Barranquilla (19 de abril), Medellín (9 de mayo), Cali (23 de mayo) y Bogotá (29 de mayo).
”El Ministerio de Educación no cesará en el esfuerzo de buscar una política de Estado en educación superior que garantice el acceso y la permanencia de todos los jóvenes (...) y además que esté acorde con las necesidades de financiamiento y distribución de recursos, para que se articulación la educación media con la superior y el con el mundo laboral”, señaló María Fernanda Campo.
Las opiniones
Ramón Guacaneme
Director de Acreditaciones y Ranking de la Universidad Sergio Arboleda
“Hoy en día los muchachos que entran a una Universidad saben en qué consiste una acreditación de alta calidad y la preguntan. En los MBA también hay grandes diferencias entre los programas acreditados y que no lo son”.
Obdulio Velásquez
Rector de la Universidad de la Sabana
“Deacuerdo con el observatorio laboral, desde hace 4 años hay una constante y es que los graduados de las universidades y programas acreditados obtienen más rápido empleo y tienen mejores salarios”.
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