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La renuncia de la directora del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), María Fernanda Rojas, luego de 21 meses en el cargo, se da en medio de cuestionamientos sobre su ejecución por parte de la Veeduría Distrital.
No obstante, Rojas aseguró que su salida, la cual había sido pactada con el Alcalde Gustavo Petro, se generó luego de haber cumplido con una serie de tareas encomendadas como el despeje de la situación de obras que estaban salpicadas por el carrusel de la contratación y la aprobación de un cupo de endeudamiento por $3 billones para la ejecución de obras de infraestructura.
Sobre los cuestionamientos la funcionaria dijo que, “hacen un cálculo de ejecución sobre unos recursos que no hay en la entidad. No se habían recaudado los recursos de la valorización, ni había salido adelante el cupo de endeudamiento”.
Rojas se declaró satisfecha con los avances de la entidad y recordó ante los medios que al recibir el IDU era un bastón político de personas que querían privatizar la entidad y que con la llegada de la actual administración se convirtieron en enemigos del IDU al verse desplazados por gente que quería trabajar por lo público.
“Como en la vida y todos los procesos hay ciclos y yo ya he cumplido el mío, es un motivo de orgullo para mí irme sabiendo que cumplí mi labor y que seguiré ayudando en lo que pueda para que la ciudad siga siendo mejor”, señaló la comunicadora.
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