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Colombia reclama soberanía sobre la isla Santa Rosa, que nace por el cambio del cauce del río Amazonas. Se alega interpretación errónea de un acuerdo que se activó en 1929
Mientras se creía que este 7 de agosto la recreación de la batalla de independencia se movería de Boyacá a Bogotá por el paro minero, el presidente Gustavo Petro señaló que el evento se traslada a Leticia, y dejó de manifiesto un problema de soberanía con Perú, por cuenta de una isla que se creó muy cerca de la frontera amazónica: Santa Rosa.
“La conmemoración de la Batalla de Boyacá, es la conmemoración de la independencia nacional, se traslada a Leticia, porque otra vez, el gobierno del Perú ha copado un territorio que es de Colombia y ha violado el Protocolo de Río de Janeiro que le puso fin”, señaló el presidente Gustavo Petro en su cuenta de X.
El 11 de junio el Congreso de Perú aprobó un proyecto con el que habilitó la creación del distrito de Santa Rosa, en el departamento de Loreto, que colinda con la triple frontera que se conecta con Colombia y Brasil. Allí se incluyó esta isla, que en los mapas aparece del lado de la frontera peruana, pero que según Petro, está mal interpretado.
“Han aparecido islas que están al norte de la actual línea más profunda, y el gobierno del Perú acaba de apropiárselas por ley y poner la capital de un municipio en un terreno que, por el tratado, debe pertenecer a Colombia. Esa acción unilateral y violatoria del tratado de Río de Janeiro puede hacer desaparecer a Leticia como puerto amazónico quitándole su vida comercial”, señaló el presidente colombiano.
“Colombia ha manifestado que ya hay una frontera, que ha sido trazada y que los cambios en el río Amazonas no tienen por qué afectar la delimitación que ya se había acordado”.
“Hay que entrar a mirar cómo se adjudican esos territorios, que en principio deben ser negociados por medio de un tratado, y si no, hay otras opciones como un arbitraje”.
Según el gobierno peruano, la isla hace parte de Santa Rosa, un pueblo dentro de la isla Chinería, que queda muy cerca de Leticia, que hace parte del denominado trapecio amazónico, que hace casi un siglo le dio a Colombia acceso al río Amazonas.
“El reclamo de Colombia tiene sentido en la medida que, posterior al tratado de lo Salomón Lozano de 1922 (que se hizo efectivo en 1929) y al Protocolo de Río de Janeiro de 1934, que puso fin a la guerra entre Colombia y Perú, han ido apareciendo nuevas islas, sobre todo en tiempos de verano cuando baja el curso del río. Estos son territorios que en realidad no fueron adjudicados en su momento, y que cada vez van a ser más, y no solo en el caso de Perú, sino que pasa, por ejemplo, en la frontera con Venezuela por los lados del Arauca”, dijo Diego Jaramillo, docente investigador de la Universidad Externado.
Desde el congreso del Perú, señalan que el distrito busca “fortalecer la presencia del Estado, mejorar la provisión de servicios públicos, y consolidar la soberanía en una zona crítica de frontera internacional”. De hecho, reconocen que es una zona de riesgo, por ser frontera, por lo que el proyecto se radicó con delimitación geográfica.
El movimiento del río Amazonas, el problema
Según Ricardo Abello, profesor de la Universidad del Rosario, el problema radica por el aluvión, que es el lento e imperceptible retiro de las aguas, que deja expuestos pedazos de tierra. “Lo que ha hecho Colombia es manifestar que ya hay una frontera, que ha sido trazada y que esos cambios no tienen por qué afectar la delimitación (...) lo que pasa es que el río seguirá modificando su recorrido y la erosión que eso va generando este tipo de problemas”. Abello pide establecer un diálogo pero no descarta que sea un problema tan extenso como el de Nicaragua con San Andrés.
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