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Petro advierte que una eventual invasión a Venezuela provocaría un colapso petrolero
Las declaraciones del mandatario se producen días después de que él mismo propusiera un acuerdo de reparto de poder entre el gobierno venezolano y la oposición
En un momento en que la crisis venezolana vuelve a ocupar el centro del tablero regional y la guerra en Ucrania continúa reconfigurando el equilibrio global, el presidente Gustavo Petro abrió un nuevo frente de discusión: el petróleo. Desde su cuenta de X, el mandatario sostuvo que tanto el conflicto europeo como la posibilidad de una intervención en Venezuela responden a la misma lógica geoestratégica, advirtiendo que el impacto económico sería devastador para la región y para Colombia.
En su mensaje, Petro insistió en que un conflicto en territorio venezolano alteraría el mercado energético mundial. “Se desplomarán los precios internacionales y el petróleo será monopolio árabe, Estados Unidos quedará con petróleo pesado y Ecopetrol entrará a números rojos”, escribió. Y añadió una acusación directa a quienes consideran necesaria una intervención. “Los que aplauden la invasión lo que desatan es la quiebra de Ecopetrol y millones de venezolanos hermanos en nuestro territorio. Irresponsables los apátridas”.
El presidente también aclaró su postura frente al gobierno de Nicolás Maduro, ante críticas que lo señalan de mantener una posición ambigua. “Yo no apoyo a Maduro, quiero una solución política y pacífica en Venezuela, pero no apoyo una invasión”, puntualizó Petro, al rechazar cualquier acción militar que, según él, agravaría la crisis humanitaria y desestabilizaría la región andina y caribeña.
Las declaraciones del mandatario se producen días después de que él mismo propusiera un acuerdo de reparto de poder entre el gobierno venezolano y la oposición, como salida negociada al estancamiento político. En una publicación previa, Petro había señalado que una administración de transición podría “abrir caminos de democracia, sin presiones indebidas”, insistiendo en que “me opongo a salidas que no sean dialogadas y que intenten el triunfo de un sector sobre el exterminio de otro”.
Este enfoque representa un cambio con respecto a su postura del año pasado, cuando el presidente colombiano pedía la repetición de las elecciones venezolanas tras los comicios ampliamente cuestionados que declararon ganador a Nicolás Maduro. Organismos internacionales, gobiernos extranjeros y la oposición denunciaron que los resultados no estuvieron respaldados por pruebas verificables, mientras recuentos independientes sugerían que el candidato opositor habría obtenido una amplia ventaja.
La posición de Petro también retoma parte del debate abierto esta semana tras las declaraciones de la canciller colombiana, Rosa Villavicencio, quien señaló a Bloomberg que Colombia apoyaba un plan de transición que incluía una eventual salida segura para Maduro. Aunque su oficina intentó retractarse alegando respeto por la soberanía venezolana, el mensaje más reciente del presidente parece confirmar que Colombia busca una vía negociada.
Todo esto ocurre en medio de una presencia militar estadounidense cada vez más visible en el sur del Caribe. La llegada del portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande del mundo, incrementó las especulaciones sobre una posible operación. Petro alertó que un derrocamiento violento del régimen venezolano “fortalecería a los grupos armados ilegales”, y reiteró que una intervención podría desencadenar un efecto dominó en seguridad, migración y economía.
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