DNP señala que productividad al alza en 0,6% generaría un crecimiento de 3% en PIB

En este último mes del año se ponen de moda las proyecciones macro que hacen tanto las entidades públicas, como los bancos y las firmas privadas. Crecimiento, tasa de cambio y desempleo, son solo algunas cifras a las que buscan adelantárseles desde ya.

El Departamento Nacional de Planeación (DNP), a cargo de Jorge Iván González, no es la excepción. En su Plan Nacional de Desarrollo para el periodo 2022-2026, se habla de un crecimiento potencial entre 3% y 4% para el periodo.

Sin embargo, este sería el resultado -en términos normales: sin una nueva pandemia, sin una nueva guerra- solo si se cumple una condición, que la productividad crezca entre 0,6% y hasta 1%.

Este año, por ejemplo, la Mesa de Concertación del salario mínimo para 2023 escogió, de la mano con el Dane, la metodología LAC-Klems para definir la cifra de productividad.

El dato que arrojó está forma de calcular la cifra, que mide qué tanto aumentó o disminuyó la capacidad de la sociedad de producir cada vez más por hora trabajada, se ubicó en 1,24%.

De oficializarse este número, significaría que la productividad de los colombianos habría tenido una caída de cerca de 8,44 puntos porcentuales frente a la cifra (preliminar) que se manejó en 2021, cuando llegó a 9,68%.

La importancia de este indicador, según Juan Camilo Pardo, investigador

y analista económico en Corficolombiana, está en su peso a la hora de hablar del crecimiento del PIB.

“Cuando la economía no está creando los empleos necesarios, sin importar cuál sea la razón, los empleos que existen actualmente deben generar más cada año, que es en últimas lo que vemos reflejado en el crecimiento del PIB”, dijo.

Allí, si bien es cierto que el PIB no depende solo de los servicios laborales, como lo define el Dane, son los que tienen el mayor peso en este. Razón por la que durante la pandemia, cuando no se podía salir a trabajar, el PIB sufrió su peor caída de 6,8%.

Esto se vio reflejado también en la productividad, pues para dicho año tuvo su peor caída (el Dane muestra esta cifra desde 2005) y se ubicó en -7,37%. En este sentido, vale la pena aclarar que el promedio de crecimiento entre 2005 y 2019 fue de 3,83%.

David Pérez, profesor de economía en la Universidad de los Andes, afirmó que la proyección en términos de productividad hecha por el PND no está lejos de lo que se puede presentar en un panorama de una nueva recuperación después de la caída en el PIB y en el empleo que se espera para 2023.

“Hablar de una productividad de entre 0,6% y 1% para el siguiente bienio es viable en la medida que el otro año se espera que crezca el desempleo y pasemos por una situación macro difícil”, dijo.

Si bien dicha cifra es baja en comparación con el promedio nacional y regional, los últimos años se han caracterizado por siempre estar por encima del promedio. Allí, el empleo y la producción se comportan de manera contracíclica, es decir, mientras que la economía, el consumo y la inflación crecen, estos se moderan; mientras que cuando la economía, el consumo y la inflación caen, el empleo y la producción crecen. Los analistas creen que una proyección a corto plazo de un crecimiento de 3% es apresurada.