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Frente a la petición de algunos congresistas de presentar una adición presupuestal para apoyar al sector cafetero y en general al agrícola, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dijo que ante todo el compromiso del Gobierno es cumplir con las metas fiscales.
Ahora que al paro de cafeteros se suman los de otros gremios agrícolas, el funcionario dijo que velará por cuidar bien la “chequera”.
“Mi función es ser buen guardián de esa chequera, porque la estabilidad fiscal de nuestro país es requisito fundamental para el éxito económico de todos los colombianos”, dijo Cárdenas, quien agregó que se buscan unas finanzas públicas equilibradas, con un bajo déficit y una descendente deuda pública que ya va en el 35% del PIB.
En estos días algunos congresistas solicitaron al Gobierno hacer una adición presupuestal de $350.000 millones que fueron aprobados para el sector agrícola en la reforma tributaria, ahora la Ley 1607 de 2012.
Así mismo, solicitaron girar un punto del 4 x 1.000 para el sector. Este impuesto nacional, llamado también Gravamen a los Movimientos Financieros, lo pagan todos los clientes de un banco que realicen movimientos de dineros, como retiro en efectivo, retiro con tarjeta debito, con cheques, entre otros. La ley 1430 de 2010 estableció su desmonte gradual hasta 2018. Sin embargo, el Gobierno no ve con buenos ojos estas propuestas.
El funcionario dijo que el Gobierno está aportando a los cafeteros $400.000 millones este año con el subsidio de $60.000 por carga de 125 kilos. Este es un gasto que están haciendo los contribuyentes colombianos que pagan impuestos para apoyar a los cafeteros, recordó. “Ningún otro país del mundo está dando un apoyo monetario a sus caficultores y en Colombia se está haciendo”. Entre 2001 y 2004, el Gobierno colombiano dio un subsidio de $30.000 y se volvió a introducir en 2012.
No obstante, los cafeteros han manifestado que estas medidas no han sido suficientes para contrarrestar las problemáticas del precio y de la revaluación que ha propiciado la disminución de sus ingresos. Estos piden un precio de $850.000 por carga, ya que los costos de producir una, oscila entre los $650.000 y $700.000, mientras que el sector está recibiendo $575.000 más el subsidio de los $60.000.
Cárdenas ha afirmado que establecer un precio de sustentación, un precio fijo que garantice la rentabilidad del negocio, es “un imposible fiscal”, ya que se han hecho aportes y directamente del bolsillo de los contribuyentes a través de los impuestos que pagan.
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