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l objetivo es aumentar el aforo a 60.000 personas y todo se costeará con recursos públicos para no perder el control y los ingresos que genera el escenario al distrito
Desde hace años, los habitantes de Medellín clamaban por un estadio a la altura de la segunda ciudad más importante de Colombia, pues el Atanasio Girardot se le quedó pequeño a a la capital antioqueña.
Luego de ver frustrado un reciente intento por renovarlo, el alcalde Federico Gutiérrez anunció una inversión pública por el orden de $750.000 millones para hacer real el sueño de los paisas y aumentar el aforo de 42.252 a 60.000 personas.
El funcionario explicó que, de ese conato de renovación divulgado en la pasada administración, solo había un render y, si acaso, un estudio de prefactibilidad. Además, bajo la figura de Asociación Público-Privada, en ese momento se planteaba cederle los derechos de explotación por 29 años a un tercero.
“Colombia no llegó a vivir esta explosión en el entretenimiento por azar, Estado y empresas han construido una plataforma que favorece el desarrollo del sector”.
Ahora la idea es costear las obras con recursos públicos y asegurar el control de una relevante fuente de ingresos para las arcas del distrito, mucho más en un momento en el que los grandes espectáculos van en aumento y son potenciales clientes del estadio.
El plan apunta a que el Atanasio sea candidato a recibir a la Selección Colombia y a postularse como anfitrión de encuentros internacionales, entre esos, las finales de la Copa Libertadores. Tal como hasta ahora, el objetivo es tener una plaza multiusos, pero con mejores especificaciones de infraestructura.
Para aumentar la capacidad, la idea es construir una tercera tribuna que rodeará las cuatro localidades: occidental, oriental, sur y norte. Además, se instalará una nueva cubierta que abarcará todo el escenario. La actual de 2.319 metros cuadrados se ampliará a más de 31.000 metros cuadrados.
En la parte interna se ampliarán las unidades sanitarias, que pasarán de 399 a 531, y se modernizarán los accesos, de 49 a 108 torniquetes. El proyecto incluye, además, la remodelación de los baños, locales comerciales, cabinas de prensa, camerinos y palcos, y la incorporación de elementos de accesibilidad universal, como rampas y pasarelas.
El alcalde detalló que el proyecto contempla la construcción de una tercera tribuna para no ocasionar un cierre total, lo que traería impactos adversos para Atlético Nacional, Deportivo Independiente Medellín y los venteros y comercios que obtienen el sustento con cada jornada futbolera.
“La decisión de tener una tercera tribuna, y no hundir la cancha, tiene que ver con eso: si se hundía la cancha, implicaría el cierre del estadio por dos años. No nos podíamos permitir ese lujo. Tenemos un sistema de construcción con el que podemos crecer por fuera (las columnas que soportan el tercer nivel se ubican en la parte exterior), una estructura aparte, con la que tengamos una tercera bandeja de graderías”, expuso Gutiérrez.
Adicionalmente, explicó que esa nueva estructura servirá de soporte para la cubierta que abarcará todas las tribunas, para la nueva fachada y para las nuevas rampas de acceso en el segundo nivel.
Durante el resto de este año se realizará el estudio de suelos, mientras se avanza en los trámites de radicación y viabilidad en curaduría para iniciar las obras entre mayo y junio de 2026. Inicialmente, se contempla que el proyecto sea entregado en diciembre de 2027.
La renovación del Atanasio Girardot no es la única reforma de los escenarios deportivos y para conciertos en Colombia. Barranquilla y Bogotá, otras mecas de ambas industrias, también van a renovar sus escenarios para los más altos estándares del entretenimiento a nivel mundial.
El renovado estadio Metropolitano, casa de la Selección Colombia, compartirá capacidad con la nueva plaza paisa: 60.000 espectadores. “Tenemos el proyecto de ampliación del estadio Metropolitano, de 45.000 a 60.000 asientos. Estamos pensando en tener una final de Copa Libertadores o de la Copa Sudamericana y, ¿por qué no?, traer a artistas como Bad Bunny para albergar un show para 75.000 personas”, comentó el alcalde de Barrnaquilla, Alejandro Char. Además, señaló que planean un Movistar Arena en la ciudad, con capacidad para 12.000 personas.
En la capital, se va a estrenar el nuevo El Campín, en una alianza público privada entre las autoridades locales y Sencia, con una capacidad para 50.000 personas. El estadio va a estar ubicado donde actualmente está El Campincito. No se va a tocar la infraestructura actual, hasta que culminen las obras del nuevo coliseo, para luego ser demolida. Allí, irá un centro comercial. El proyecto costará US$500 millones. “Por primera vez en Colombia, el 100% de las sillas ofrecerá la mejor experiencia visual (isóptica recomendada por Fifa), garantizando que incluso la entrada más económica brinda una visibilidad plena y de calidad”, destacó Sencia, promotora de la obra.
“El 1 de marzo de 2026 arranca la construcción, en el costado oriental, y esperamos que esté listo en diciembre de 2027”, anunció Carlos Fernando Galán, alcalde de Bogotá, en agosto.
Mauricio Hoyos, CEO de Sencia, destacó que “en el nuevo estadio vamos a tener techo retráctil. Vamos a ser los únicos que vamos a poder cerrar y tener un escenario completamente cerrado para evitar que se interrumpa cualquier tipo de espectáculo con la lluvia”.
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