Los primeros 50 días de gobierno del presidente Juan Manuel Santos

Los primeros 50 días los podríamos calificar como una combinación de acciones resultado de la continuidad y estabilidad, y de algunas sorpresas en lo económico.

En lo macro, los resultados que se han divulgado en estos días en materia económica pueden calificarse como positivos. La economía creció 4,3% en el segundo trimestre y 5,4% en el primer semestre del año; las exportaciones manufactureras crecieron 10,6% en el mes de julio, luego de registrar caídas durante seis meses consecutivos; las licencias de construcción mantienen una buena dinámica; el desempleo continúa en niveles de un dígito, y el entorno macroeconómico es positivo. Pero la industria sigue siendo el lunar en este buen desempeño económico y de hecho es la única actividad cuyo PIB se contrae en el segundo trimestre del año.

Desde la Andi hemos planteado la necesidad de contar con una nueva política industrial, de una nueva forma de acercarse al sector, de tomar decisiones estratégicas en el largo plazo.

Sin embargo, esta reseña de los resultados de los últimos días no responde a la pregunta ¿qué ha pasado en los primeros 50 días del Gobierno? En general y como era de esperarse, el Gobierno se está reorganizando, evaluando lo que venía haciendo, conservando algunas actividades, modificando otras. Y, sin duda, gran parte del día a día del equipo de Gobierno está en la elaboración del Plan de Desarrollo que fijará la ruta de los próximos cuatro años.

Veamos algunas acciones del sector público en los últimos días. En infraestructura, el Vicepresidente y la Ministra están visitando el terreno y se han firmado cuatro contratos de los ya asignados. Esperamos que logremos pasar decididamente a la etapa de ejecución, tarea que como hemos dicho en repetidas ocasiones, no da espera.

En lo que tiene que ver con el sector industrial, la Ministra se ha reunido en diversas ocasiones con los empresarios, analizando sus propuestas, evaluando alternativas, y podemos decir que sector privado y sector público compartimos la preocupación por el segmento industrial y que una política para desarrollar esta actividad ya no es un tema vedado.

En lo fiscal, no podemos decir que las noticias son buenas. Aquí encontramos más de un motivo de ansiedad. Estamos ante un gasto público creciente; ante un presupuesto que hay que acabar de financiar; ante una carga tributaria que sigue recayendo sobre los mismos y ante una evasión que parece no ceder. Sin duda, el tema fiscal es el problema que más preocupa al sector productivo en este momento. En general, una eventual reforma tributaria pareciera inevitable.

El Ministro de Hacienda también se ha reunido en diversas ocasiones con los empresarios y reconocemos como positivo que encontremos un ambiente de diálogo abierto. De todas formas, insistimos en la necesidad de abordar el tema fiscal con inteligencia estratégica, que el gasto público sea un tema de discusión, que se adopten medidas estructurales y que las metas de control a la evasión sean ambiciosas.

Con todo lo anterior, podemos decir que el gobierno está acabando de reestructurar su equipo, está trazando su hoja de ruta y sería apenas razonable dar un compás de espera antes de realizar una verdadera evaluación. Sin embargo, también es cierto que el gobierno no arranca de cero; se tiene la experiencia y los planes que se fijaron en el anterior período presidencial. Y la realidad es que Colombia necesita acciones y ejecuciones que nos permitan soñar con ser el país más competitivo de América Latina.