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Ana María Cadena, secretaria distrital de Hacienda
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Ana María Cadena resaltó que en estos momentos la capital tiene un buen manejo de su deuda, la cual representa 2,5% de su PIB
El cumplimiento de pagos de impuestos en Bogotá dista mucho de la situación nacional, donde se registra un bajo recaudo anual, y es que sus autoridades destacan la cultura del bogotano para cumplir con sus responsabilidades tributarias.
Además de eso, la secretaria de Hacienda de Bogotá, Ana María Cadena, resaltó el manejo que desde el Distrito hacen a sus finanzas y es que no en vano Fitch Ratings mantuvo su calificación estable por el buen manejo de la deuda que en estos momentos supera los $10 billones, pero aun así, advirtió que la situación fiscal actual del país puede perjudicar a la capital y hacer que próximamente esta calificación baje.
La afectación más directa podría ser que la calificadora de riesgo que aún le da grado de inversión a la nación en su nueva revisión se lo quite. Creo que los mercados ya han ido incorporando eso en el tiempo, no es algo que es de un día para otro, ha sido un proceso donde hoy Colombia de hecho se está endeudando a niveles incluso superiores que los países que ya no tienen un grado de inversión.
Pero creemos que cuando se formalice la suspensión de la regla fiscal habrá un impacto adicional. Además, las entidades territoriales nos endeudamos a un costo que puede ser superior al de la nación. Entonces sí puede haber un costo adicional que adquiramos en adelante.
Estamos convencidos desde Bogotá que cualquier mensaje contrario a la responsabilidad fiscal, a la disciplina fiscal, es inconveniente y por eso en lo que a nosotros se refiere siempre trabajamos con los supuestos de las normas fiscales.
La calificación como la que se emitió para Bogotá podría variar de forma negativa para la ciudad si siguen este tipo de anuncios y si la situación fiscal del país se agrava. Claro porque la nación aún cuenta con Moody´s, como la única calificadora que le ha dado grado de inversión, pero en lo que esa calificación se pierda, Bogotá y todas las entidades territoriales en Colombia tendremos una calificación internacional que no tendrá grado de inversión.
Fitch Ratings mantuvo la calificación ‘AAA(col)’ y ‘F1+(col)’ de Bogotá con perspectiva estable, eso lo que indica es que en los análisis que ellos hacen, consideran que el manejo que tiene Bogotá de su deuda pública es responsable, que tenemos la capacidad de pagar esa deuda y que nuestro manejo financiero y fiscal es adecuado.
“En contraste, Bogotá mantiene su calificación AAA, la calificación crediticia más alta, con una deuda sostenible y una gestión que genera confianza. Lo que falta no es más gasto, es sensatez económica”.
También en ese mismo informe se refieren ya a una calificación internacional que es la que está más relacionada con la calificación de la nación. Entonces, lo que ellos mencionan es que, si se hiciera un análisis independiente de Bogotá, tendría un grado de inversión, es decir, su calificación sería BBB-. Sin embargo, el riesgo del país se transfiere a sus territorios y tenemos el techo de la calificación de la nación.
En este momento Bogotá tiene un nivel de deuda de $10,5 billones y la tenemos muy diversificada. Tenemos deuda en el mercado local, tenemos algunos bonos emitidos, y deuda con multilaterales.
Bogotá ha usado las diferentes herramientas de endeudamiento que el mercado tiene a disposición y tenemos una deuda bastante diversificada que hoy corresponde a más o menos 2,5% de nuestro PIB y cumple todos los indicadores que la ley requiere en términos de sostenibilidad de la deuda y de capacidad de pago.
Nuestra meta total de recaudo este año son $16,2 billones, es nuestra meta total de recaudo, vamos en 57% de avance de esa meta, es decir, hemos recaudado $9,3 billones del total. El Impuesto de Industria y Comercio, es el más importante.
La meta es de $7,7 billones.
En el trimestre móvil terminado en noviembre, la actividad productiva en Colombia se expandió a un ritmo estimado de 3,4% anual
Este valor prácticamente triplica las exportaciones de enero a septiembre de café sin tostar descafeinado, que alcanzaron un valor de US$4.215,9 millones
Flujo de divisas por este concepto supera aportes de exportaciones tradicionales como las del café, petróleo o derivados y carbón
