Los empresarios no pueden ser ajenos al posconflicto

El exministro de Agricultura y de Hacienda, José Antonio Ocampo Gaviria, y el expresidente del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), Nicanor Restrepo Santamaría, coincidieron en que el sector gasífero y la industria en general, están llamadas a hacerle frente al contexto social.

En sus intervenciones, ambos conferencistas insistieron en que el desenlace de los diálogos de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc impactará el mercado del gas. En especial, porque varias zonas del país carecen todavía de la cobertura del servicio, ante la presencia del grupo subversivo, y la demanda doméstica aumentará, si desaparecen dichas barreras.

Restrepo destacó el contexto en el que se ha desarrollado el conflicto colombiano y que las Farc no son los únicos que deben aclarar verdades y aportar soluciones. “En Europa ya no hay fronteras, luego de los 50 millones de muertos que hubo en la Segunda Guerra Mundial y 14 millones en la Primera. Las verdades son varias y hay que aclararlas todas, si queremos llegar a una reconciliación completa”.

Por su parte, Ocampo afirmó que la infraestructura de transporte “sigue siendo desastrosa”, por lo cual debe convertirse en un tema prioritario en el futuro. “De generarse una dinámica de la construcción a través de la infraestructura en transporte, resultaría en mejores resultados para la economía”, aseguró el actual jefe de la Misión Rural creada por Planeación Nacional.

Y puntualizó en que el próximo Gobierno debe poner en el centro de su agenda la reindustrialización, el rezago tecnológico y, en términos social y del proceso de paz, hacer lo mismo con el desarrollo rural. “Colombia está creciendo entre 4% y 4,5%, por encima del promedio latinoamericano, pero debería aspirar a más”.

Hay que buscar otras direcciones a las inversiones
El exministro José Antonio Ocampo asegura que el Gobierno debe ser más proporcional en la repartición de sus recursos. Afirma que la inversión de la bonanza de precios ha sido “demasiado sesgada” hacia el sector minero energético, y la construcción de viviendas y oficinas.

“Me gustaría ver la misma atención de otros sectores, como la tierra y el agro. Lo positivo es que nos lo hemos gastado en inversión, porque las tasas de 28% son las más altas de la historia”, indicó Ocampo.