“Las luchas por el agua generarán nuevos desplazamientos”, María Isabel Cerón

Es también bueno recordar que en la Colombia rural y en bastantes ciudades no hay aún agua potable porque la corrupción y la ineficiencia continuaron fuertes en el Siglo XXI. María Isabel Cerón, directora de Ayuda en Acción, habló sobre estos temas.  

Aunque parezca mentira, ustedes, Ayuda en Acción, ONG internacional, y no el Gobierno, lograron inaugurar la primera planta de agua potable del Chocó 

Sí. A finales de 2012, con fondos de la empresa española Ferrovial y dentro de su programa “Infraestructura social”, ganamos con Pies Descalzos el proyecto de readecuar el acueducto  y montar una planta de  potabilización en Pacurita, un pequeño corregimiento de Quibdó. Participó la alcaldía para garantizar la sostenibilidad del proyecto porque si se queda en  manos de la comunidad a lo mejor no va a poder hacer el mantenimiento. Ahora es el primer corregimiento con agua potable del Chocó, que no tiene la capital. 

¿Cuánto duró la obra? Porque en muchos pueblos son años y años 
Como 11 meses, costó unos $800 millones y el día de la inauguración llegó en señor de la alcaldía diciendo que había un sobrecosto de 50%. Le respondimos, demuéstrelo, miremos factura por factura. Y hasta el sol de hoy. No vamos a pagar ni un peso de sobrecosto. Salió bien pero es muy complicado lograrlo. 

También en los Montes de María, Bolívar, el agua es un problema crucial 
En una reunión con comunidades campesinas nos dijeron que se disputaban el agua con los bueyes de una finca vecina a la que se tenían que meter a escondidas para sacarla en canecas. La utilizan para beber, cocinar, para los animales domésticos. Decidimos adecuarles unos que tenían y hacerles otros. 

No parece una solución muy moderna 
Había una solución más más sostenible: pozos profundos. Pero llevaba más tiempo, requieren un estudio geoeléctrico, y la comunidad nos dijo que les íbamos a fallar, a hacerles trampa. Es que la desconfianza de esos campesinos, donde ha ido el político les ha prometido y nada, es enorme. Ya habíamos socializado con ellos el tema de los jagüeyes y decidimos hacerlos para no quebrar la confianza. Y menos mal, porque el año pasado la sequía fue tremenda. 

¿Qué pasó con los pozos? 
Hicimos los estudios y los resultados arrojaron que solo es rentable en dos sitios. En los demás el agua está demasiado profunda, saldría costosísima. El sueño de las veredas es que les llegue a sus casas, pero es imposible por la dispersión que tienen en el territorio, como ocurre en otras zonas de Colombia. La alternativa es seguir un modelo que funciona en unos países africanos: buenos sistemas de almacenamiento en tanques de concreto y que la comunidad, en vez de ir  al jagüey, saque el agua potable  del esos tanques. 

¿Hay pequeñas poblaciones en Colombia que están condenadas a desaparecer por falta de agua? 
Exactamente. En las luchas campesinas que ha habido en los Montes de María hay quienes piensan que el tema crucial es la tierra. Y no es así, lo crucial es la disputa por el agua porque sin ella, la tierra no vale nada. De los distritos de riego que existen solo funciona uno, el que manejan    los palmeros a su antojo. No ha sido posible que los campesinos, ni inclusive otras multinacionales que quieren llegar a la zona, puedan darle un manejo más equitativo. Las palmeras son las dueñas de la llave, quienes la abren y cierran.  

¿Ustedes no han podido hacer nada? 
Ni la comunidad, ni otra multinacional. Y hay situaciones tan absurdas como el de una comunidad en María la Baja que no tenía agua pese a que la tubería atravesaba sus tierras. Solo con una tutela logró que la alcaldía le pusiera agua. 

¿La lucha, la guerra en un futuro, en muchos lugares de Colombia, va a ser por el agua? 
El futuro es hoy, la lucha por el agua ya comenzó y va generar nuevos desplazamientos. La gente se va tener que ir del territorio a buscar sitios donde haya agua, como me decía una campesina en María la Baja: “Nos desplazó una vez la violencia, ahora, si no llueve, nos vamos a tener que volver  desplazar”.