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El Departamento Nacional de Planeación señaló que 1,9% de los municipios tiene deterioro fiscal y solo 3,1% son ‘solventes’
El cierre de 2025 representa la oportunidad para los municipios y las grandes urbes de organizar sus finanzas de cara al próximo año.
Tomando como punto de partida que en 2024 los ingresos de los municipios alcanzaron $134 billones, de los cuales 50% provinieron de transferencias de la Nación, el Departamento Nacional de Planeación entregó los resultados del Índice de Desempeño Fiscal, que evalúa el rendimiento de capitales y municipios en cuanto al manejo de sus finanzas.

Los resultados dan cuenta de que, entre las grandes ciudades, Bogotá tuvo el mejor desempeño fiscal, mientras que Samacá, Boyacá, fue el municipio con la mejor calificación.
En términos generales, el país retrocedió 1,7 puntos en el índice con respecto al año pasado, cuando registró 55,9 puntos. Centro Oriente y los Llanos fueron las regiones que tuvieron el mejor desempeño en la edición más reciente, con puntajes de 57,4 y 55,6 respectivamente.
Desde el punto de vista de las capitales, Bogotá obtuvo una calificación de 77 puntos por su fortaleza en los resultados fiscales, representados en la menor dependencia de las transferencias del Estado y la gestión financiera, evidente en la capacidad de planeación del gasto, su ejecución y control; en cada una de estas dimensiones, la capital de Colombia obtuvo puntajes de 77 y 92 puntos.
Ahora, José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda y rector de la EIA, subrayó que la diferencia entre la capital y el promedio de los municipios “es un reflejo de la desigualdad fiscal y social que limita la capacidad de inversión local”.
El top cinco de capitales con el mejor desempeño fiscal lo complementan Barranquilla con 75,5 puntos, Medellín con 69,7, Cartagena con 63,4 y Bucaramanga con 62,9; en contraste, la capital con el desempeño más bajo el año pasado fue Cali con 58,3 puntos
Por otro lado, Samacá, el municipio boyacense, fue el único clasificado como fiscalmente sostenible tras haber obtenido una calificación de 81,1 puntos.
En cuanto al contexto que rodea la presentación del índice, el Departamento Nacional de Planeación resaltó la participación que han cobrado las transferencias en el último tiempo.
El dato de 2024 refleja una participación de 50,2% en los ingresos municipales, que tuvieron un incremento de 6,2% frente a 2023 (alcanzaron $134 billones en 2024). Las transferencias fueron de $68,8 billones, 15% más alto que en 2023.
“Si bien los recursos propios aumentaron respecto a 2023, las transferencias crecieron en mayor proporción, lo que redujo la participación relativa de los recursos propios”, de acuerdo con el DNP.
Sobre los ingresos por recursos propios, los de origen tributario alcanzaron su relevancia más alta con 42,7% de $48,9 billones que le entraron a los municipios el año pasado. El ICA sigue siendo el de mayor peso con $18,1 billones en 2024, mientras que el impuesto predial le dejó a los municipios $13,5 billones.
Tomando en cuenta que Bogotá, Medellín y Cali tendrán la mayor participación en los recursos de inversión del Presupuesto General de 2026, $19,83 billones equivalentes a 24% del total, José Manuel Restrepo resaltó que “un municipio fiscalmente sólido no es aquel que gasta más, sino el que planifica, ejecuta e invierte con eficiencia, recauda de forma oportuna sus tributos, mantiene actualizado su catastro, diversifica sus fuentes de ingreso y controla el gasto corriente”.
En el mismo sentido, explicó una alta dependencia de las transferencias no es negativa siempre que se oriente a la inversión y el desarrollo.
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