La paz traerá el reto de disminuir la desigualdad

Las autoridades y expertos en política económica del país se dieron cita para escuchar las propuestas para bajar los niveles de desigualdad que tienen a Colombia en el podio a nivel mundial. También dejó sobre la mesa que el desarrollo no es algo que solamente un país pueda lograr a través del resorte de la economía sino que también se debe articular la política. “En Colombia, que haya más gente participando en política, es clave para su futuro. Le deseo en su nueva etapa más democracia y menos violencia”, dijo Deaton. 

Y bajo esa línea se fue desarrollando su conferencia sobre crecimiento y equidad y el verdadero significado de la libertad.  Al respecto, Mauricio Rodríguez, exembajador de Colombia en el Reino Unido, señaló que el acuerdo alcanzado entre el Gobierno con las Farc “es una condición necesaria, indispensable, pero no suficiente para hacer ‘El Gran Escape’ ( título del libro del nobel Deaton) de la dolorosa y agobiante cárcel de la violencia”. 

Por su parte, Adolfo Meisel, codirector del Banco de la República, consideró que “con el fin de la guerra podemos estar mirando otros fenómenos como la corrupción, que no eran nuestra prioridad justamente por la violencia. Y ahora serán más visibles para atender esa situación porque ese problema obstaculiza el crecimiento”.

Justamente, el presidente de la República, Juan Manuel Santos, habló del impacto económico que traería la paz a las regiones. El jefe de Estado mencionó estudios de la Universidad de los Andes que indican que en esas regiones el crecimiento puede ser de entre 8% y 12%  cuando llegue la paz, lo que beneficiará las cifras globales de la economía hacía adelante. “La paz trae enormes y muy benéficos efectos en el crecimiento y la equidad social. Muchos inversionistas no vienen a Colombia porque somos un país con conflicto armado e igual pasa con los turistas. Hay muchos factores que incidirán en un crecimiento mayor cuando se termine el conflicto”, dijo Santos. 

Pero otro gran reto planteado por Angus Deaton fue el de la eficiencia en el gasto público por parte del Estado y destinar más recursos a los programas sociales y la premisa que no se puede desarrollar un país desde afuera. El excodirector del Banco Central colombiano, Juan José Echavarria, señaló que la efectividad del Estado no se debe plantear en el nivel de ingresos. “Experiencias como Honduras en su sistema de educación muestran que con pocos recursos se pueden hacer muchas mejoras. No necesariamente un país rico es sinónimo de buenos sistemas de salud o educación. Si no veamos los retos que en salud tienen países como Estados Unidos”, dijo. 

Un elemento adicional que dejó en los asistentes la conferencia de Deaton es que en los procesos de crecimiento y desarrollo de un país es normal que se acentúen la desigualdad que plantea un reto para la institucionalidad democrática. “Ese aspecto hace que el Estado no obstaculice el crecimiento sino que entre a solucionar la desigualdad tanto en ingresos como a nivel regional, étnico, género y se necesita atender”, manifestó Meisel. Y en ese sentido, también se destacó que la educación es un factor clave para disminuir las brechas sociales.

En su intervención, el gerente del Emisor, José Darío Uribe, señaló que en el país con la apertura económica se da una mejora en la mano de obra calificada y de un mejor nivel de educación.

Lo que queda en el radar de los economistas y seguidores de Sir Deaton es que el crecimiento se ha generado en la historia por una concentración de la riqueza y eso ha llevado a que se desmejoren los indicadores de equidad. Pero, una vez se ha desarrollado, para combatir la inequidad el progreso en educación sería la solución.

La opinión

Adolfo Meisel
Codirector del Banco de la República
“Es clave entender que en el proceso de crecimiento económico se acentúen las desigualdades y por lo tanto el Estado debe estar dispuesto a entrar a solucionar”.