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Los dineros recaudados por el incremento en el pasaje del Sitp, no generan ingresos adicionales a los concesionarios del sistema
El Sistema Integrado de Transporte Público de Bogotá (Sitp) fue concebido como la ¨solución perfecta¨ para disminuir el alto grado de accidentalidad en la ciudad, mejorar la movilidad, acabar con la piratería y dar por terminado la famosa “guerra del centavo” en la capital colombiana.
Sin embargo, después de siete años de implementación del sistema de transporte masivo en Bogotá, el Sitp padece de una crisis bastante profunda proveniente de varios factores:
Primero, la movilidad ha sido la piedra en el zapato del sistema, pues una de sus fuentes de remuneración proviene de los kilómetros recorridos diarios. Se estima que los buses azules del sistema recorren velocidades de 12 kms/h, indicador muy insuficiente, pues en los pliegos de licitación se estimo un indicador de 20 km/h.
Segundo, los patios talleres no entregados por el distrito a los operadores del sistema, han generado un incremento sustancial en los costos operativos. Dichos patios debieron ser entregados en el año 2015.
Tercero, la evasión del sistema por la cantidad de colados oscila entre el 20% al 30%, generado un evidente desequilibrio económico.
Cuarto, la quiebra de dos operadores (Ecobus y Egobus) más la a operación del Sitp provisional no han permitido la integración total del sistema de transporte.
Estos y otros inconvenientes han llevado a que los concesionarios tengan deudas con el sector financiero colombiano de alrededor de $3 billones.
Es bastante ingenuo por parte de la Alcaldía de Bogotá, pensar que con un incremento en el pasaje del Sitp se solucionará la crisis del sistema, cuando la demanda de pasajeros disminuyo un 11% de noviembre de 2016 a noviembre de 2018. Además, dichos recursos adicionales por incremento del pasaje no generan mayores ingresos a los operadores del Sitp, pues los concesionarios ya tienen unas tarifas establecidas por pasajero movilizado de alrededor de $347.
Las soluciones a la crisis del Sitp, radican en la implementación de políticas publicas viables tales como: Mejoramiento de la infraestructura, esto implica un mejoramiento de la malla vial; implementación de carriles exclusivos para los buses del Sitp para estimular el uso del mismo y prestar un servicio más eficiente que beneficie a los usuarios; entrega de patios talleres para reducir los costos de operación y ser un sistema más eficiente; implementación de torniquetes piso a techo (como en el transmicable) para reducir el porcentaje de evasión; desmonte del Sitp provisional, pues no estaba contemplado dentro del modelo económico inicial y además no cuentan con recaudo abordo (tarjeta tullave). Adicional a esto, se deben cobrar los trasbordos que son gratis dentro del sistema teniendo en cuenta una franja horaria de 95 minutos.
Por tal razón, se deben buscar otras fuentes de financiación, diferentes a las de la tarifa al usuario, de origen territorial que contribuyan a la viabilidad financiera del sistema de transporte tales como: contribución por el servicio de garajes ó zonas de estacionamiento en uso público; cobros por congestión o contaminación; cobros por valorización; cobros por edificabilidad adicional; uso de los recursos provenientes de las multas de tráfico (hoy solo se cobran el 3%) que están alrededor de $5,2 billones a nivel nacional; uso de los recursos provenientes de las zonas de los terminales de transporte de explotación comercial; exención del impuesto del IVA para la adquisición de vehículos nuevos y lo más importante, la renegociación de los contratos tiendo en cuenta las grandes dificultades que atraviesa el sector por variables exógenas.
La aplicación de estas políticas publicas más los recursos obtenidos de diferentes fuentes de financiación, lograrían la sostenibilidad del Sitp, en términos de eficiencia económica, sostenibilidad social y eficacia en la prestación del servicio e impactos esperados, generando una posible reducción sustancial entre la tarifa técnica (costo de operación del transporte por usuario) y la tarifa al usuario (valor del pasaje del Sitp).
En vez de subirle el pasaje a los usuarios en $100, el distrito debería mejorar las condiciones operativas e infraestructura para que el Sitp preste un mejor servicio a los ciudadanos quienes son la razón de ser del transporte masivo en la capital colombiana.
*Diego Alcides Torres Castro. Experto en transporte, maestría en Finanzas & MBA
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