Fallas en educación, regalías y relación empresarial, trabas para la innovación

Con la visita de una misión de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) en Colombia, tres preocupaciones se hicieron explícitas sobre la locomotora de la innovación: la calidad educativa, el funcionamiento del Sistema General de Regalías (SGR) en Ciencia Tecnología e Innovación (C,T e I) y la relación entre las empresas colombianas y de los países pertenecientes al llamado ‘club de las buenas prácticas’.

A propósito de que hoy el organismo internacional revelará su informe ‘Evaluación Económica’ y que la innovación hace parte fundamental para el ingreso a la Ocde, el director del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias), Carlos Fonseca, afirmó que esta locomotora ya arrancó, aunque reconoció que queda camino por recorrer.

Según el funcionario, “tenemos mucho talento, pero nos falta disciplina en innovación”, un punto esencial para lograr competitividad y eficiencia en productos y desarrollos, que son indicadores en los que no somos representativos a nivel internacional (según diferentes estudios del IMD, Insead y Wipo).

Sobre la calidad educativa el organismo señaló que es preocupante “la pirámide invertida, por ejemplo de los ingenieros, de los cuales hay más profesionales que técnicos”. Aunque vio con muy buenos ojos el SGR les preocupa cómo se va a garantizar que las regiones sí tengan los mejores proyectos y cómo se van a ejecutar. Y por último, señaló Fonseca, a la Ocde le parece importante la profundización de la relación de las empresas ya sea vía cooperación técnica o alianzas comerciales. Para Catalina Ortiz, gerente de INNpulsa Colombia, unidad creada por el Gobierno para promover la innovación empresarial, aunque en comparación con otros países, como México que invierte o,37% del PIB en C,T e I, Colombia lo hace con tan solo 0,16% del PIB, se ha venido acelerando el proceso de inversión desde lo público y lo privado para promover la competitividad basada en innovación.

La falencia más grande del proceso, según Ortiz, es la articulación institucional. “Pese a que hemos avanzado mucho, en poco tiempo (la oficina a penas cumplirá un año) el gran reto es solucionar las zonas grises y mejorar la coordinación”. Esto, explicó, porque muchas entidades públicas y privadas están participando en el proceso innovador.

Ortiz dijo que en 2011 la oficina movilizó una cifra cercana a los $200.000 millones, de los cuales se beneficiaron empresas grandes y pymes. Finalmente, la Ocde recomendó en materia de innovación que más investigadores se vincularan al proceso de desarrollo del valor agregado de los productos en empresas teniendo en cuenta que tanto las pequeñas como grandes tecnologías puedan ser útiles.

Así mismo, fue enfática en afirmar que se deben aumentar los recursos para la investigación, pero debe evitarse a toda costa su “dispersión excesiva”.

Todavía no hay una estrategia nacional para la ‘locomotora’
En el informe del Consejo Privado de Competitividad (CPC) sobre la innovación concluye que a pesar del interés por esta ‘locomotora’ no hay aún una estrategia nacional de innovación, lo que resulta ser preocupante. Más aún cuando la materia prima para la innovación está tan rezagada: el nivel de aplicación doméstica de patentes por cada US$1.000 millones del PIB es del 0,3% y solamente hay 333 investigadores por cada millón de habitantes. Así como hay baja cobertura en internet, solamente 6,9 de cada 100 habitantes tiene una suscripción a banda ancha.

Las opiniones

Catalina Ortíz
Gerente de Innpulsa
“Tenemos muchos avances, pero el reto principal es la articulación de las diferentes iniciativas en torno a unas políticas nuevas en innovación”.

William Maloney
Economista del Banco Mundial
“Es bueno ser parte de la Ocde, pero para eso es necesario dar el salto en la agenda de investigación y desarrollo, desde el sector privado y del público”.