“En una etapa de transformación debemos volver a mirar el campo”

¿Cómo evalúa el anuncio del cese bilateral al fuego y que el conflicto esté cada vez más cerca de concluir?
Como colombiano, como académico y como educador no tengo más sino que celebrar que podamos llegar a solucionar nuestros problemas por la vía del diálogo y la palabra, y no de las armas. En primer lugar expreso satisfacción por haber llegado al cese bilateral, que es el último de los puntos de la agenda que se había trazado el Gobierno y las Farc desde el principio, este es el último de los acuerdos para ya llegar al acuerdo final. Sin embargo, esto no quiere decir que todos los problemas de Colombia se vayan a solucionar, puede que termine el conflicto pero empieza la construcción de la paz y creo  que eso implica poner todos los esfuerzos para obtener la reconciliación, que es el supuesto general para la construcción de la paz. Llegamos a un acuerdo fundamental, pero es el punto de partida para una construcción de la paz.

¿Qué opina de la participación política de las Farc?
Es la transición de un grupo militar a una organización política, y los colombianos tenemos que  tener una apertura espiritual y política para que este grupo pueda participar políticamente. Ya el cómo me parece que es una parte del acuerdo, pero en términos generales yo sí considero que esa transición es una opción que tenemos que aceptar. 

Usted habla de preparación espiritual, ¿qué hace falta para empezar la reconciliación?
Primero es un espíritu de reconciliación,  eso implica perdón, más no olvido. Implica sobre todo, visión de futuro. Creo que hemos terminado una etapa en la que estuvimos muy concentrados para llegar a un acuerdo, ahora el gran propósito de esta nación es que entendamos que esta es una oportunidad inmensa para construir un país distinto, que mire al campo. Que trabaje en una mayor equidad y en la distribución de la riqueza. Es una oportunidad de transformar el país. 

¿El campo es donde debemos empezar la transformación?
Debemos volver a mirar el campo. Este país se urbanizó  de una manera acelerada en los últimos años y olvidamos al campo, al campesino, olvidamos los grandes sectores de la población que quedaron excluidos del modelo de desarrollo. Si nosotros no generamos condiciones para el desarrollo del campo colombiano, lo que haremos es seguir perpetuando unas condiciones de inequidad, y nadie quiere eso.

¿Qué acciones se deben poner en marcha en el campo?
Yo lo divido en tres pasos. El primero es  la gran oportunidad de conservar grandes áreas del país para que sean las reservas de biodiversidad del mundo. Ahí hay que incorporar a los excombatientes como garantes de conservación de esas zonas. Segundo, debemos tener identificadas las zonas de sustitución de cultivos en áreas donde no es posible la agroindustria. El tercer punto será definir cuáles van a ser los lugares para desarrollar la gran industria o  la agroindustria, esto se debe dar de la mano de pequeñas unidades productivas que permitan hacer transferencias de tecnología.

¿Fuera del campo, hay otros ejes o sectores en los que los empresarios deben actuar?
El empresariado invierte en aquellos lugares y sectores donde ve oportunidades y garantías. Parte de la no inversión en el campo fue también el  conflicto. Es por eso que si se generan nuevas condiciones y se ven oportunidades, seguramente el empresariado llegará allá e invertirá. Hay antecedentes como el de la Ley Páez. Después de ese desastre se generaron condiciones tributarias y de fomento para que el empresario llegara allá, ese modelo se puede aplicar a otras zonas.

¿Cree en el dividendo de la paz?
Sí, por ejemplo, solo hablando en el campo psicológico, los mercados bursátiles mirarán de forma diferente a un país sin conflicto.

¿Qué sector de la economía tiene oportunidades en esta etapa de transformación?
El turismo es el sector que puede desarrollarse de manera más rápida pues sus inversiones tienen un retorno más rápido. El mundo y los colombianos podemos redescubirir un país con mucha riqueza. 

¿Cuál es el papel de las universidades en este momento de transformación?
El primero es el tema de la reconciliación; es la demostración de que los conflictos y las tensiones de la sociedad se resuelven con argumentación razonada.  La universidad colombiana tiene inmensas capacidades y ha acumulado conocimiento que ahora se puede volcar a zonas que las requieren.

¿Las universidades deben tener iniciativas exclusivas para los actores del conflicto?
Todos los ciudadanos son iguales, entonces todos tendrán las mismas oportunidades y derechos.

Para construir el futuro, ¿qué se debe corregir?
La capacidad de resolver problemas y tensiones por la vía de la palabra; volver la vista a todos los territorios marginados del proceso de desarrollo y llevar un espíritu de reconciliación. 

La opinión

Jorge Restrepo
Director de Cerac
“Este acuerdo remueve la violencia y el uso de la misma por el compromiso que adquieren las Farc, eso significa seguridad rural”.