“En 2015, firmamos las actas de inicio de las vías 4G, más de $32 billones en obras”

¿Cómo le fue a la ANI en sus primeros cuatro años?
Hemos logrado hacer unos cambios muy importantes: primero en lo que son las nuevas  concesiones, este año que cerró firmamos el acta de inicio para todo lo que son los contratos de las vías 4G que hemos adjudicado.

Que se van a comenzar a ejecutar este año...
Este año se construye, sí. Firmamos todas las actas de inicio, eso son más de $32 billones de  en obras con actas de inicio firmadas en 2015. Le va dar mucho dinamismo a la economía en  2016 y 2017, pero más que eso es lo que va a mejorar la competitividad del transporte en Colombia.

¿En las concesiones cómo funciona la relación entre el Estado y los privados?
Teníamos que trabajar en dos frentes: uno el de los incentivos, osea que los intereses del concesionario sean los mismos que los del Estado. Entre más alineados estén los objetivos, menos conflictos tenemos. Segundo, teníamos que cambiar una serie de cosas en el entorno regulatorio que estaban dificultando la construcción de las obras. En los contratos anteriores había un problema y era que los peajes se instalaban desde el principio y a los contratistas se les daba acceso desde ese momento.

Osea, el flujo de entrada de caja de una...
Sí. Entonces, se generaba un problema porque entre más lento construyeran, menos dinero propio tenían que poner. Lo iban haciendo con el dinero de los peajes. No queríamos que  fuera así, sino que los proyectos que se comprometieron a construir en cuatro años se hagan en cuatro años y no en diez.

Hoy en día el dinero para remunerar las obras solo se les comienza a dar cuando las entregan. Entonces, entre más rápido construyen, más rápido se les paga. 

Y el Estado se queda con la caja anticipadamente...
Si hay peajes, el Estado guarda la caja en un patrimonio autónomo, o si no se instalan los peajes al final de las obras. En muchas, también hay pagos del Estado: el peaje no es suficiente. Lo normal es que la mitad del dinero venga de los peajes y la otra mitad venga del Estado. Entonces, los pagos también solo los hacemos una vez nos entregan las obras. Esa es la línea de incentivos.

Ese fue un gran cambio en su momento...
Cambio fundamental. El otro tema que teníamos que arreglar son las trabas, los constructores hablan de los cuatro jinetes del Apocalipsis: la compra de predios, las licencias ambientales, las consultas previas y el traslado de redes de servicio público, como decir los postes de energía. Esas eran las cuatro razones que ayudaban a demorar los proyectos. Uno por uno, trabajamos en cambiar las leyes o la regulación para que no lo fueran. Un ejemplo, el tema predial: si no es posible llegar a una negociación voluntaria, hay que hacer una expropiación.  

¿Cómo evalúan las experiencias de los demás países para estar tranquilo con una concesión?
Con estándares muy altos. Tenían que tener la experiencia de haber hecho obras de magnitud similar y traer constructores que hayan hecho obras de complejidad similar. A lo que llevó fue que llegaran firmas muy grandes con mucha experticia. En general, a la fecha, más o menos, 60% de los proyectos están liderados por firmas colombianas y, más o menos, 40% por firmas extranjeras. 

Combinaciones donde cada uno aporte su experiencia...
Exacto. Eso era lo que queríamos: traer capital y conocimiento de afuera, pero no queríamos desplazar a las compañías colombianas. Todo lo contrario. De afuera han venido las mejores firmas del mundo. Si miramos tenemos alrededor de 15 firmas extranjeras que han ganado proyectos de la mano de colombianas y son las mejores de Europa, México, de China.

¿Con todo esto los precios de transporte van a bajar?
Buscamos justificar los proyectos y las intervenciones en función del beneficio que le van a traer a la economía del país. Tramo por tramo, hemos calculado ese ahorro. Estamos haciendo unos proyectos muy importantes: Pacífico Uno, Pacífico dos y Pacífico tres. Con la doble calzada de Buga a Buenaventura, los ahorros en costo van hacer cerca de 30%. Un camión que salga de Medellín a Buenaventura, se va ahorrar $500.000 por viaje. En general, en todos los proyectos de 4G, estimamos una reducción de 20% del costo en el transporte.

Y no solo el tema del costo , sino del tiempo...
Estimamos ahorros en tiempo de 30% y ahorros en costo de 20%, en promedio. Pero también estamos habilitando vías férreas y el río Magdalena. Si se hacen combinaciones multimodales, se puede bajar aún más el costo.