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No habría solución para las pensiones hasta 2020.
Al anuncio de la semana pasada de aplazar hasta 2020 la presentación de una reforma pensional que defina la naturaleza de un sistema que, hoy en día, solo beneficia a una de cada cuatro personas y que tiene un hueco fiscal que ya bordea los $40 billones, la ministra de Trabajo, Alicia Arango, confirmó ayer que este año tampoco habrá una reforma laboral.
“La primera se va a trabajar, pero la segunda ni se va a llegar a empezar. Se trata de un tema delicado que amerita un estudio profundo por sectores. Estamos ampliando esta mesa de tal manera que todos los involucrados puedan dar su opinión”, manifestó la Ministra a la salida de la primera sesión del año de la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales.
Precisamente, una de las primeras promesas de Arango a su llegada a la cartera laboral fue la de flexibilizar el mercado laboral para que más personas puedan empezar a trabajar pues de los 23 millones de ocupados que hay en el país, solo algo más de 8 millones cotizan y se estima que 5,8 millones están del lado de la informalidad. En ese sentido, la ministra dijo en noviembre del año pasado en Inside LR que la contratación por horas beneficiaría a los trabajadores vinculados a plataformas como Rappi o Uber que podrían pagar por ese mismo tiempo sus prestaciones sociales.
Además de los cambios en el modelo de contratación debido a la tecnología, en el país también existen otros retos en materia laboral como es el caso de la alta informalidad. En se sentido, en el trimestre móvil entre septiembre y noviembre de 2018, el Dane reveló que este indicador se ubicó en 48,50% en las 23 ciudades y áreas metropolitanas del país siendo Cúcuta (70,1%), Santa Marta (66,3%) y Sincelejo (65,6%) las que presentaron la mayor proporción de informales.
“Hay que analizar esta problemática de una manera cuidadosa. No la sacaremos este año, ni dará tiempo a analizar, pero no se descarta que se presente en esta administración”.
“El reto más grande es la altísima informalidad que prevalece en el país. (...) Lo que se ha hecho hasta el momento es intentar resolver con normas lo que en realidad es un problema de orientación económica. Mientras no haya una política de crecimiento estable, no habrá posibilidad de crear nuevos puestos de trabajo de alta calidad”, manifestó Mario Valencia, director de Cedetrabajo.
Sin embargo, el país también enfrenta otros desafíos en materia laboral como es el caso del elevado desempleo, en especial, en la tasa de los más jóvenes, que entre septiembre y noviembre de 2018 se ubicó en 16,1%, lo que representa que en ese periodo hubo más de 1,16 personas desocupadas. Igualmente, destaca el costo que representar las incapacidades o las discusiones sobre los contratos de prestación de servicios o las horas extras, entre otros.
“Se debería abrir la discusión sobre si la principal alternativa de política laboral es la flexibilización o si, en cambio, se deberían mejorar los mecanismos de protección social. Para ello, en lo pensional se debería estimular más la adopción de beneficios económicos pensionales como los Beps, también se debería mejorar el sistema de la agencia de Servicio Público de Empleo y de colocación laboral”, opinó Juan Carlos Guataqui, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.
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