Deuda pública del país creció $35 billones durante el 2016 según evidenció la Contraloría

El Contralor General de la República, Edgardo Maya Villazón, le presentó al Congreso de la República el informe sobre la situación de las finanzas y deuda pública del país en el 2016.

Para el Contralor, uno de los indicadores clave de la situación y del manejo de las finanzas públicas es el resultado fiscal, ya que mide de manera directa las necesidades de financiamiento del Estado para poder atender los gastos que por mandato constitucional o legal debe emprender.

El desempeño fiscal y financiero del Estado colombiano en 2016 siguió estando influenciado por los vaivenes de los mercados internacionales, los menores precios del petróleo, los procesos de devaluación de la moneda nacional, la aceleración de la inflación, el déficit externo de la cuenta corriente, la caída del recaudo tributario, los gastos inflexibles, las fallas en la ejecución de los recursos y los crecientes niveles de endeudamiento.

Lo anterior sigue evidenciando las debilidades estructurales de nuestra economía y por ende de las finanzas públicas, que eran pasadas por alto en años anteriores cuando se observaba una mayor dinámica económica gracias a los altos precios de los bienes primarios, especialmente de los hidrocarburos.

Particularmente, durante el 2016 el Gobierno Nacional sufrió un deterioro importante de su posición fiscal al registrar un déficit de 4% como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) frente a un resultado de 3% del 2015, lo que significa un punto porcentual adicional.

Este resultado es producto de la debilidad en los ingresos en el recaudo tributario que apenas creció 1%, un valor negativo si se compara con la inflación del período; lo anterior se suma al decrecimiento de los ingresos de capital que disminuyeron 9%, por los menores dividendos de las empresas estatales, principalmente de Ecopetrol.

Para el ente de control, lo más preocupante no es el resultado puntual de la vigencia anterior sino que este refleja una tendencia de los últimos años en las finanzas del Estado.

En efecto, mientras que los ingresos perdieron entre el 2013 y el 2016 casi 2 puntos porcentuales como participación del PIB, los gastos se han mantenido constantes, a pesar de los recortes presupuestales anunciados, en un nivel de 19% entre esos mismos años.

El balance de las finanzas públicas de Colombia durante 2016, arrojó un déficit global del sector público consolidado equivalente a 3,2% del PIB, inferior al presentado en 2015 que fue de 3,5%.

Es importante poner de presente que el déficit del sector público, como proporción del PIB, en los dos últimos años ha presentado un deterioro significativo rompiendo una tendencia decreciente entre 2009 y 2012, cuando pasó de un registro de 2,4% en 2009 a 0,5% en 2012, explicado por el Gobierno Nacional en razón del crecimiento en los ingresos derivados de los favorables resultados económicos del período y las reformas adoptadas para fortalecer las fuentes de recursos.

Para la Contraloría, es necesario que la política fiscal genere finanzas públicas sostenibles con crecimiento económico y bienestar social, en el escenario actual de desaceleración económica.

El Contralor indicó que es necesario el diseño de una estrategia de política económica de largo plazo que elimine la dependencia de las materias primas, fortalezca el sector agrícola y manufacturero y, en general, diversifique el aparato productivo. Todo ello contribuiría al fortalecimiento de las finanzas nacionales y territoriales, a tener un menor déficit fiscal y una deuda sostenible.

La deuda pública colombiana
La deuda del sector público del país creció nominalmente $35 billones al pasar de $452,5 a $487,5 billones entre 2015 y 2016; mientras que, como proporción del PIB, decreció 0,1 puntos porcentuales al pasar de 56,6% a 56,5% en el mismo período.

El mayor volumen de deuda se concentra en la interna con $278,2 billones (32,3% del PIB), mientras que la externa alcanzó $209,3 billones (24,3% del PIB).

La deuda del Gobierno Nacional, que representa 77% del total, pasó de $341,9 a $377,4 billones entre 2015 y 2016, y como proporción del PIB, creció en 0,9 puntos porcentuales al pasar de 42,8% a 43,7%. Mientras que el resto del sector público registró un decrecimiento en su deuda de un punto porcentual del PIB al pasar de 13,8% a 12,8% en el mismo período.

Maya Villazón hizo un llamado de atención sobre la tendencia que ha venido mostrando el indicador de la deuda del Gobierno Nacional que alcanzó 43,7% del PIB en 2016.

Hace cinco años representaba 33,7% del PIB; adicionalmente, al cierre de cada vigencia, el saldo de deuda se ha ubicado por encima de lo proyectado en el marco fiscal publicado en junio de cada año.

Para la contraloría, la sostenibilidad de la deuda requiere de un camino estable o decreciente para el indicador, y lograrlo necesita de un crecimiento mayor durante un periodo de tiempo considerable.

Las proyecciones del Gobierno en el marco fiscal que muestran una senda decreciente de deuda, suponen un nivel de ingreso superior al gasto. Este es un supuesto fuerte que contrasta con los resultados recientes, pues hemos observado déficit primario al cierre de las últimas vigencias.

Para el ente de control, es importante para el país disponer de una estrategia diseñada para garantizar la sostenibilidad de la deuda en los términos planteados en el Marco Fiscal. Así mismo, tendría que mostrar dónde encontrará nuevas fuentes de ingreso o cómo reducirá la inflexibilidad del gasto de forma que le sea posible alcanzar el resultado previsto.