Cúcuta y Neiva, las ciudades con el mayor nivel de confianza de los consumidores

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El indicador de Confianza del Consumidor subió 0,9 puntos y se ubicó en 35,9% en agosto

A medida que se reactivan los diferentes sectores de la economía, se empieza a recuperar la confianza de los consumidores. Así lo indican las cifras de la Encuesta de Pulso Social del Dane, que evidencian que en agosto el indicador aumentó 0,9 puntos porcentuales frente a julio, ubicándose en 35,9%. Este es el nivel más alto registrado en todas las mediciones del Dane, que iniciaron en julio del año pasado.

“El hecho de que este indicador esté creciendo y acercándose a 50, indica que estamos pasando de unas perspectivas negativas, o de empeoramiento, hacia una de estabilidad”, dijo el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, quien resultó.
De acuerdo con algunos expertos consultados por LR, este aumento en la confianza está relacionado con la reactivación económica.

“La confianza del consumidor completó tres meses consecutivos de avances y dejó atrás el choque del paro, alcanzando e incluso superando los niveles antes de dicho suceso. La mayor reapertura sectorial ha causado una mejora tanto de la percepción del hogar como económica del país”, dijo Gustavo Acero, analista económico del Banco de Bogotá.

Cúcuta fue la ciudad en la que se registró el mayor nivel de confianza, con un indicador de 41%. Seguido estuvieron Neiva, Santa Marta, Ibagué y Cali, con tasas de 39,2%, 39,1%, 38,4% y 38,3% respectivamente.

No obstante, la capital del país registró el nivel más bajo de confianza, con una tasa de 30,9%. Según el director del Dane, esto se explica por las afectaciones de las manifestaciones, en medio del paro nacional.

“Si bien Bogotá justo antes de finalizar el año 2020 presentaba un nivel de confianza que superaba el promedio de las 23 ciudades del país, continuamente ha visto un deterioro muy importante, en donde las afectaciones de la manifestación social y el paro nacional en la ciudad profundizaron la distancia que separa a Bogotá del nivel de confianza del consumidor promedio”, dijo Oviedo.

En línea con el indicador de confianza, las perspectivas de los hogares también mejoraron en el octavo mes del año. Por un lado, en las 23 ciudades principales 13,2% de los encuestados consideraba que la situación económica del país está mucho peor que hace un año, una cifra que es inferior a la que se registró en julio y que es la más baja desde el inicio de la pandemia.

En cuanto a la economía de los hogares, cayó el número de encuestados que consideraban que su situación estaba peor o mucho peor que hace un año, ubicándose en 51,8%.

“Es una mejora en la que hemos avanzado casi en una disminución de 20 puntos porcentuales en ese sentimiento”, anotó Oviedo.

En las expectativas hacia el futuro, aproximadamente 38,1% de los hogares aseguraron que esperan que dentro de un año su situación económica esté mejor o mucho mejor.

No obstante, aún continúan los efectos de la pandemia en la economía del hogar, pues 82,3% de los encuestados reportaron que tienen menores posibilidades para comprar muebles, televisor, lavadora y otros aparatos electrodomésticos.

Así mismo, 77,2% reportaron que no tienen posibilidades de ahorrar alguna parte de sus ingresos, mientras que 10,5% aseguraron que no tienen ingresos.
Acero aseguró que se prevé que el Indicador de Confianza del Consumidor pierda fuerza en los meses siguientes, debido a factores como el alza en la inflación.

“Hacia adelante la senda alcista del indicador podría moderar, e incluso perder fuerza, por factores como: las presiones inflacionarias, el inicio del ciclo alcista en la tasa de interés del Banco de la República, los niveles elevados de desempleo que continúan y la desaceleración en el ritmo de vacunación”, dijo Acero.

De hecho, según la encuesta del Dane, 74,5% de los jefes de hogar prevén que los precios van a seguir aumentando en los próximos meses.

De los encuestados, 51,7% ya han completado el esquema de vacunas

Según las cifras del Dane, en agosto 22% de los jefes de hogar urbanos afirmó que estaban dispuestos a vacunarse contra el covid-19. Mientras que 57,1% de los encuestados aseguró que ya se había aplicado las dos dosis o la monodosis de Janssen; y 14,8% reportó que han recibido por lo menos una dosis del esquema.

Además, se registró una disminución en la cantidad de jefes de hogar que no estaban dispuestos a aplicarse la vacuna, pues el porcentaje pasó de 9,2% en julio de este año a 6,2% en agosto.