“Creo que a Buenaventura hay que declararla como una zona económica especial”

En entrevista con LR, Angélica Mayolo, presidenta de la Cámara de Comercio de Buenaventura (CCB), indicó que hay que avanzar en la creación de un grupo técnico especializado en la estructuración de proyectos en Buenaventura y en la declaración de la ciudad como una zona económica especial.

¿Cómo está la situación en Buenaventura actualmente?
En lo corrido de este año, Buenaventura ha afrontado una nueva ola de violencia producto del enfrentamiento entre bandas criminales que se disputan el control del territorio, lo que ha revelado la vulnerabilidad en la que vive gran parte de la población y el rezago que tiene la ciudad debido a factores estructurales como la histórica incapacidad del estado de proveer bienes y servicios en el litoral Pacífico, la corresponsabilidad de malas administraciones locales pasadas y los efectos negativos del narcotráfico.

¿Qué necesita la ciudad para darle solución a estas falencias?
Buenaventura tiene que pensar en soluciones que apunten a responder a las causas estructurales de sus problemas y no respuestas inmediatistas.
Por primera en vez en Buenaventura esperamos que la intervención sea integral, en términos de garantizar proyectos de inversión social que creen condiciones mínimas de desarrollo, tanto en materia de infraestructura básica como social, educativa y de salud, entre otros.

¿Cuáles serían entonces las posibles soluciones?
Una de las soluciones urgentes que estamos planteando es la creación de un grupo técnico especializado de estructuración de proyectos que le permita a Buenaventura contar con un banco de proyectos de inversión social que pueden ser financiados por las fuentes que ya existen.

Adicionalmente, otra solución fundamental es crear las condiciones mínimas para que la ciudad pueda atraer inversión y, de esa forma, generar empleo. Pese a que somos un puerto importante, en Buenaventura no hay industria que genere empleo. Aquí hacemos referencia a generar condiciones de seguridad, a que tengamos cobertura y continuidad en los servicios públicos y la formación de capital humano.

Con estas condiciones mínimas sumado a una estrategia de incentivos tributarios, yo creo que Buenaventura puede empezar a tener inversión y pasar de ser un territorio que ha tenido puerto a convertirse en una verdadera ciudad puerto con condiciones para atraer industria y desarrollo.

¿En qué consiste la solución de incentivos tributarios?
Creo que a Buenaventura hay que declararla como zona económica especial creándole un régimen tributario con excepción de renta hasta por 20 años para la industria que se instale ahí, para el desarrollo logístico y la inversión en el sector turismo, entre otros sectores productivos, porque estos son mecanismos que han sido eficientes y el país ya los ha implementado.
Si de la mano de estos incentivos tributarios creamos estas condiciones en materia de servicios públicos, formación de capital humano y seguridad muy seguramente vamos a encontrar una nueva realidad y una ciudad con mayores posibilidades.

¿Hace falta entonces apoyo por parte del Gobierno?
Buenaventura requiere acompañamiento de todos los niveles de gobierno, por supuesto del Nacional pero también del Gobierno departamental, y además mayor acompañamiento de la academia y un nivel de trabajo de mayor confianza y articulación entre el sector público y privado.

¿Qué tanto ha invertido el gobierno en Buenaventura?
Una de las cosas en las que quiero enfatizar es que hay recursos anunciados, lo que no hay es proyectos estructurados que permitan materializar las obras. Para Buenaventura se crearon instrumentos como el plan Todos Somos Pacífico, hoy cinco años después solo se han ejecutado 20% de los recursos por falta de proyectos y Fonbuenaventura que pasados tres años no hay plan formulado, el fondo no tiene gerente y no se ha ejecutado ninguna obra por este fondo, por eso se requiere más acompañamiento para que verdaderamente tengamos obras y no solo anuncios.

¿Qué papel ha jugado el sector privado en esta crisis?
El sector privado y el público no han trabajado de la mano históricamente y hay que hacer un ejercicio importante para generar mayor confianza entre ambos. Hay que lograr, por un lado, que el privado se involucre más en la construcción del tejido social pero que el público también genere condiciones para que los privados puedan hacer sus inversiones y tener seguridad jurídica.