Corea, puerto seguro y amigo

Para los empresarios colombianos es la apertura de una puerta a Asia, un bloque que desde el 2000 multiplicó por siete su clase media, mientras que América Latina lo hizo por dos. Asia representa cerca del 65% del comercio, el 60% de la población y el 41% del PIB mundial.

Corea, que literalmente resurgió de sus cenizas, pasó de tener un PIB per cápita de menos US$100 a más de US$36.000 en la actualidad, 2,6 veces superior al de Colombia. Hoy, el país cuenta con una población de más de 50 millones de habitantes. Ambos factores juegan a favor de nuestras exportaciones.

El sector agrícola colombiano será uno de los más beneficiados. El país asiático importa del mundo cerca de US$27.000 millones en alimentos, pues tan solo el 30% de su territorio es cultivable. Son más de 7.400 productos que conforman nuestra canasta exportadora los que tienen el camino abierto para posicionarse en ese mercado. En la práctica, todos nuestros departamentos, según el Mapa Regional de Oportunidades (MARO), podrán sacarle jugo al acuerdo comercial.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Colombia hace parte de los cinco países con mayor potencial para convertirse en despensa mundial de alimentos

Tenemos la posibilidad de crecer nuestra frontera agrícola y responder a la creciente demanda de alimentos, tecnificándonos, haciéndonos más productivos y elevando nuestros estándares de calidad.

Las empresas colombianas que necesitan insumos y maquinarias también se fortalecerán con el acuerdo, pues podrán acceder de forma preferencial a tecnología para innovar y agregar valor a nuestros productos.

El acuerdo debe ser aprovechado por los empresarios con una oferta competitiva y con un esfuerzo por conocer esa economía, identificar sus canales de distribución y los hábitos de sus consumidores.

El Gobierno dispone de una amplia plataforma para brindar servicios de apoyo técnico,  financiero y de promoción al sector productivo. Los empresarios deben usarla, porque juntos podemos lograr resultados más representativos y contribuir al crecimiento de nuestra economía.

Este tratado con Corea llega en un extraordinario momento. Ahora somos nosotros los que comenzamos un tránsito por la paz. Los coreanos lo celebran con nosotros y la mejor manera de festejarlo será con negocios.