“Colombia necesita un nuevo modelo agrario”

El ex presidente de la República, Ernesto Samper Pizano hizo un balance sobre los procesos de negociación de paz en La Habana, Cuba, y la situación de los paros que se vive en el país.

En entrevista con LR afirmó que Colombia necesita un nuevo modelo agrario y que es difícil que el sector agrario pueda competir con unos niveles de subsidios que hoy están estimados en US$1.000 millones.

¿Se va a cumplir el cronograma de la paz?
Aunque entiendo la importancia de acelerar las negociaciones de paz y que estas puedan culminar antes de finalizar este año, la complejidad de los temas y las dificultades de avanzar se han hecho latentes. Me lleva a pensar que es prácticamente imposible que antes de terminar el año se hayan culminado las negociaciones. Como en el amor, no hay que ponerle plazos, porque corre uno el riesgo del despecho.

¿Qué tanto daño le está haciendo a la sociedad que se haya tomado el proceso de paz como un caballito de batalla no sólo en política sino también electoral?
A mí no me molesta. Qué tema puede haber más importante para los colombianos que la diferencia entre la paz y la guerra. Si las elecciones son los escenarios a través de los cuales las democracias toman sus decisiones fundamentales con la participación popular. Me parece bien que las próximas elecciones se conviertan en un plebiscito a favor o en contra de la paz.

Pero estamos viviendo ese plebiscito desde hace 10 años en el país…
Sí. En ese momento escogimos a la guerra y mire cómo nos fue.

¿Usted cree que en lo que está pasando en el Catatumbo y los paros actuales las Farc tienen algo que ver?
A mí me parece que el paro del Catatumbo es un típico paro campesino. Esta es una zona abandonada por el Estado desde hace mucho tiempo, que fue o está siendo víctima de las distintas formas de violencia, tanto de derecha como de izquierda, y que no tienen un apoyó social. Mientras que los paros, llamados paros agrarios, para mí, son paros de pequeños y medianos empresarios, que sin duda se han visto afectados por factores distintos al conflicto, como por ejemplo: la revaluación del peso, la apertura de las importaciones y la competencia internacional. Buena parte de la producción que está llegando al país, por lo menos la de origen agropecuario, viene blindada con unos subsidios muy importantes que les están dando en los países de origen.

¿Eso tiene que ver con el tema de los TLC?
Eso tiene que ver, en una parte, con la apertura y, otra en parte, con la revaluación de la moneda, que hasta ahora se está comenzando corregir por parte del Estado.

¿El Gobierno tiene que ceder a los subsidios?
Es difícil pensar que el sector agropecuario colombiano pueda entrar a competir con unos niveles de subsidio que hoy en día están estimados en US$1.000 millones diarios. Hasta qué punto, uno puede suscribir TLC sin tener en cuenta las condiciones de subsidio que existen en los países de origen y las prioridades de infraestructura. Colombia era un país autosuficiente en materia de alimentos hace 30 años y hoy en día estamos importando más del 20% de lo que nos comemos.

Hasta donde tener esa línea fina de otorgar subsidio y no cuanto dinero pidan del sector más grande al sector más pequeño, por cualquier inconformidad…

Yo diría que la línea fina se establece si se sabe exactamente hasta que punto está la competencia desequilibrada con los productos internacionales, que es buena parte lo que está sucediendo.

¿Cómo se vislumbra el futuro de las pequeñas y medianas empresas?
El panorama no está totalmente despejado porque a nivel industrial el país vive un proceso de declive. Desde hace varios años nos estamos desindustrializando y eso afecta a la pequeña y mediana industria. En otros países como México, por ejemplo, en el caso del maíz, se afecta fundamentalmente al campo.

¿Cómo ve usted los vientos que soplan para la economía del país en este momento? ¿Para dónde vamos a ir?
Pues, pienso que con esto que hemos hablado de la situación de incertidumbre del sector agrícola, del comportamiento reciente del sector industrial y de las propias circunstancias internacionales, que no son las más favorables, particularmente en lo que se relaciona con Europa y la China. Hay como unos grandes interrogantes en la economía. Yo pienso que tenemos que rebajar un poco nuestras previsiones optimistas sobre el comportamiento de la economía.

Las Farc desistieron de la constituyente
El expresidente Ernesto Samper opinó sobre la fórmula de las Farc de hacer una constituyente. “A mi me da la impresión de que las Farc ya están como bajadas del tema de la constituyente y celebro que sea así, porque la constituyente era una trampa. Era una trampa para ellos mismos, porque primero, eran cuatro años de la verificación de los acuerdos y segundo, ellos iban a crear las condiciones para elegir una constituyente que iba a hundir los acuerdos. Ellos iban a montar una trampa para que llegaran sectores adversos al proceso de paz y terminaran hundiendo todos los acuerdos”.