Bogotá apuesta por crecimiento vertical para afrontar éxodo rural

La guerra interna obliga a miles de familias a desplazarse de sus lugares de origen en zonas rurales a ciudades como Bogotá, Cali y Medellín, las cuales crecen sin control por cuenta de los desplazados que buscan una nueva oportunidad de vida. 

Según el registro único de víctimas de Colombia, en la capital del país viven unas 700.000 víctimas asentadas, lo cual la convierte en el primer receptor de población victima del conflicto armado en el país. 

Estas familias se suman a otras que llegan por otras circunstancias como la falta de empleo o víctimas de desastres naturales a la ciudad que, con ocho millones de habitantes, tiene el desafío de entregar servicios y calidad de vida a todos. 

Ante esta realidad, la actual administración que lleva por lema "Bogotá Humana", de la mano del Gobierno Nacional, le apostó a un modelo de vivienda de interés prioritario dirigido a las víctimas del conflicto, que busca mitigar las consecuencias de la llegada masiva de desplazados. 

La ambiciosa estrategia que beneficia a cientos de familias es manejado por Metrovivienda, una empresa industrial y comercial de la alcaldía que nació en 1998, con el fin de promover la construcción y adquisición de vivienda de interés social para garantizar un hábitat digno a la población más vulnerable. 

En entrevista, Marcela Torres, gerente de Metrovivienda, habló sobre algunos de los proyectos que integran esta iniciativa que dijo, son la insignia de la política "Bogotá Humana", liderada por el alcalde Gustavo Petro, cuya administración se ha centrado en garantizar los derechos de la población más vulnerable. 

"Tenemos Plaza de La Hoja que beneficia a 457 hogares, allí tenemos hogares cuyos hechos victimizantes son absolutamente todos los que reconoce la Ley de Víctimas, desplazamiento, violencia sexual, desaparición forzada, reclutamiento infantil, tortura, asesinato, y vienen de todas partes de Colombia", precisó. 

Torres explicó que los beneficiarios que habitan en La Hoja, diseñado por el arquitecto Felipe González, fueron asignados por un sorteo hecho por el Gobierno Nacional, el cual incluyó estos proyectos dentro de su programa "Cien mil viviendas gratis" que ya ha beneficiado a más de 98.000 familias en el territorio nacional. 

La funcionaria explicó que además de la vivienda gratuita, en Plaza de La Hoja, las familias cuentan con atención en servicios como salud, educación y asesoría en temas como el empleo, el segundo problema más grave para los desplazados en Bogotá. 

"En Plaza de la Hoja hay presencia de todas las secretarías del Distrito, SecrtearÍa de Integración Social con programas de jardín infantil, atención psicosocial salud, educación", indicó. 

Uno de los objetivos, agregó, es que los niños estudien en centros de educación cercanos al lugar. 

Torres señaló que mueren más hombres que mujeres en el conflicto armado interno, razón por la cual el 70 por ciento de las familias tienen una "jefa" de familia, explicó. 

Una de ellas es Claudia Bohórquez, desplazada del departamento de Tolima (centro-oeste) en 2006, quien con cuatro hijos y una nieta resultó favorecida en el sorteo de adjudicación realizado en enero pasado y recibió su vivienda el 14 de junio. 

Bohórquez dijo que escogió Bogotá para comenzar una nueva vida porque es una ciudad grande, con más oportunidades, y se mostró agradecida por los esfuerzos del gobierno nacional y distrital para solucionar el problema de vivienda a tantas familias como la de ella, que ahora se encuentran mas tranquilas. 

"Estoy muy agradecida con todas las entidades que aportaron para hacer este proyecto realidad para mi y para toda mi familia, que no somos sólo mis hijos y yo, sino todas las familias que habitan aquí en La Hoja, con los que nos estamos aprendiendo a conocer y creo que son también mi familia", agregó. 

Bohórquez comentó que la convivencia con las demás familias en el complejo residencial no ha sido tan fácil, pues al llegar todos de regiones diferentes suelen aparecer encuentros sobre las maneras de vivir y de convivir, pero dijo que forma parte de ese proceso de integración y de aprendizaje que esta dispuesta a liderar. 

"La convivencia ha sido un poquito dura porque todos somos de diferentes departamentos y no tenemos las mismas ideas y de las 450 familias hay algunas con las que no nos hemos podido entender, pero con el resto sí". 

"Para mi es muy importante el tema de liderazgo y trabajar por mi comunidad y mi idea es ser todos una sola familia y trabajar especialmente por los niños y por los adultos mayores", concluyó.