Barranquilla es la ciudad que mantiene el índice de confianza del consumidor más alto

A pesar de la caída experimentada en los últimos meses del Índice de Confianza del Consumidor (ICC), en diciembre el indicador mensual que presenta Fedesarrollo se recuperó 11,3 puntos porcentuales respecto al mes anterior y quedó en -8,3%. Los consumidores de Barranquilla son los más optimistas de las cinco ciudades principales que toma en cuenta la Encuesta de Opinión del Consumidor (EOC).

La capital del Atlántico fue la única ciudad que se situó en terreno positivo, con un ICC de 11,1%, mientras que en Cali (-0,1%), Bucaramanga (-4,7%), Bogotá (-11.5%) y Medellín (-13,8%) continuaron en números rojos.

De acuerdo con el economista Jorge Restrepo, docente de la Universidad Javeriana, este indicador está muy relacionado con la dinámica de la actividad económica, por lo que la situación de cada ciudad también debe mirarse en el contexto local.

“En los últimos tres años tanto Barranquilla como Cali han sido las ciudades que, dentro de las más importantes del país, han mostrado mayores niveles de crecimiento y mayor persistencia en ese crecimiento”, asegura Restrepo, quien comenta que esta situación viene también de la mano con el comportamiento del empleo. “Cuando hay una economía que tiene esas condiciones robustas a nivel local, eso incide en la confianza del consumidor”, sostiene.

En este sentido, el académico considera que las condiciones de la capital de Antioquia, la ciudad con el índice de confianza más bajo de las principales cinco urbes del país, no han sido las mejores. “Medellín ha tenido dificultades para crecer tan dinámicamente como otras ciudades”, asegura Restrepo.

Jorge Iván González, docente de economía de la Universidad Nacional, dice que este comportamiento “puede estar asociado a la percepción que se tiene del gobierno local y de la situación de la ciudad”, algo que considera en el caso de Barranquilla contrarrestaría la percepción negativa nacional, lo que explicaría que vaya en contra de la tendencia general.

González asegura que esta orientación se entiende por la coyuntura de la reforma tributaria que se vivió en el segundo semestre, por las tasas de interés “que todavía son altas” y porque el nuevo gobierno aún está estableciendo medidas que inciden en la percepción y las decisiones de consumo.

Para el director ejecutivo de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, por el contrario, el resultado del ICC en Barranquilla puede estar explicado por algo distinto a las variables económicas tradicionales: el fútbol.

“Muy seguramente tiene que ver con el título del Junior, el equipo jugó la final del torneo en diciembre y eso, probablemente, dejó un ambiente optimista y positivo en la ciudad”, manifiesta Mejía, quien sostiene que en diciembre “no pasó nada distinto en Barranquilla frente a otras ciudades excepto que jugaron la final y la ganaron”.

Estrato medio es el menos optimista
En los indicadores por nivel socioeconómico, el informe de Fedesarrollo reveló que quienes se muestran menos optimistas son las personas de ingresos medios, cuyo índice de confianza fue de -10,6%. A pesar de ser un resultado negativo, las personas con los más bajos ingresos reflejan un panorama menos negativo, tras registrar un balance en el indicador de -7,8%. Por otro lado, los estratos altos tienen un balance de 3,1%.

Consulte el informe completo aquí: Índice-de-Confianza-del-Consumifor-diciembre-2018