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La depreciación de la moneda local frente a la divisa estadounidense es de 81%. Este fenómeno afecta directamente el poder adquisitivo de las personas
Uno de los problemas económicos que no ha dejado ver la emergencia provocada por la pandemia es la devaluación del peso frente al dólar, pues en solo diez años se dejaron de ver precios cercanos a los $2.000 por los de $4.000 por cada billete norteamericano.
Al comparar la TRM promedio del primer trimestre de 2010 con la de 2020 se evidencia una diferencia de $1.588, lo que significa una devaluación de 81%. Durante ese periodo de 2010, el dólar se cotizaba en $1.947, mientras que en el mismo lapso de este a año se niveló en $3.535.
Pero si se amplía el periodo analizado hasta el primer cuatrimestre, la devaluación sube a 87%, pasando de $1.945 a $3.645. Y si se compara el dato más alto de la divisa, al cual se llegó el 20 de marzo de este año, con un dólar a $4.153 y el mismo día de 2010, la depreciación llega a 117%, lo que para muchos analistas demuestra un problema de la política cambiaria local.
Esto evidencia también que cada vez se requieren más dólares para adquirir un bien importado, lo que afecta directamente el poder adquisitivo de los colombianos, sobre todo, teniendo en cuenta que hay muchos productos que no se manufacturan dentro del territorio nacional.
Un ejemplo es la tecnología. Un computador Mac Air, que actualmente se oferta a $5 millones en el mercado local, se ha vuelto más costoso como consecuencia de la devaluación.
Para ponerlo en contexto, lo que hay que pagar hoy para comprar el mencionado producto, a la TRM del primer trimestre de 2020 equivalía a US$1.414, mientras que a la TRM promedio de ese mismo lapso en 2010, equivalía a US$2.568.
“La volatilidad intradía de la TRM desde 2001 ha alcanzado un máximo de 6%, sin embargo, no debemos desconocer el valor del dinero en el tiempo. Debido a esto, los bienes que compremos puede que cuesten lo mismo en dólares, pero si nos cuesta más adquirirlos en pesos”, explicó Lia Heenan, socia de Global Corporate Advisory de Crowe Colombia.
Otro ejemplo que da cuenta del peso de la devaluación para poder consumir es un automóvil. Tomando como referencia un Volkswagen Jetta, que se consigue en alrededor de $80 millones, es un producto importado que probablemente sería mucho más asequible si el peso colombiano fuera más fuerte frente al dólar.
En este caso, el automotor equivale a US$22.630 a la TRM del primer trimestre de este año, mientras que la misma cantidad de pesos equivalía a US$41.088 acorde a la TRM de enero y marzo de 2010. Es decir, que comprar ese automóvil habría sido más barato hace una década, guardando las proporciones, y sin desconocer que hay otros factores que impactan el precio tanto del producto como de la moneda.
Pero el fenómeno de la depreciación no solo afecta el consumo, sino que está presente en muchos indicadores, como los macroeconómicos, al ver su valor en moneda extranjera (ver gráfico).
Por ejemplo, el PIB colombiano que según el Banco de la República fue de US$323.649 millones en 2019, en 2010 equivaldría a $630 billones, y la misma cantidad de dólares, a la TRM de 2020, equivaldría a $1.145 billones. Y aunque la cifra es mayor ahora, eso no significa que se haya percibido mayor cantidad de dinero, sino que el peso vale menos hoy que hace diez años.
“En estricto sentido la moneda es el reflejo de la fragilidad de la economía, y nosotros tenemos una economía frágil porque depende mucho de los productos importados y del petróleo. Seguir dependiendo del petróleo es un error porque vamos a seguir sometidos a estos vaivenes. Lo que han hecho países de la región como Chile es diversificar la producción, vender productos que generen más valor agregado y el petróleo es un commodity, así que en estricto sentido no tienen mucho valor agregado”, indicó Wilson Tovar, jefe de investigaciones de Acciones y Valores.
Por lo pronto, Heenan recomienda que el Gobierno desarrolle una estrategia para estimular la inversión extranjera de portafolio, que en 2019 cayó 19,6%. Así, “los flujos de inversión extranjera permitirían que haya un mayor movimiento de divisas en el mercado, generando menos devaluación”, señaló la economista, quien, sin embargo, reconoció que el Banco de la República “ha sido cauteloso en las medidas de este año, sin que haya dejado de actuar”.
Recomiendan inyectar dólares a la economía
Los expertos recomiendan que el Banco de la República inyecte dólares a la economía, ya sea por venta directa de reservas internacionales o canjeando dólares por TES del sector privado. “Colombia terminó febrero con unas reservas internacionales cercanas a US$53.681 millones, monto superior en US$537 millones al registrado el último día de 2019. Sin embargo, el Emisor ha destacado la importancia de contar con un nivel adecuado de liquidez internacional para enfrentar salidas de capital y mejorar la confianza en el país, que atraiga inversiones”, dijo Heenan.
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