Así fue la semana más agitada que ha tenido el presidente Duque con Maduro

La mesura diplomática con la cual Iván Duque había querido manejar la compleja relación diplomática con Venezuela, desde que asumió el pasado 7 de agosto la Presidencia de la República, le aguantó hasta el lunes pasado.

Ese día en los despachos de noticias que salían desde la vecina nación al mundo daban reporte de la llegada de dos potentes aviones militares rusos. Esa situación prendió las alarmas del mandatario colombiano, especialmente porque tan sólo la semana anterior, en el aeropuerto de Maiquetía, en Caracas, el presidente Nicolás Maduro había sostenido una reunión con el mandatario ruso, Vladimir Putin, quien pasó por su país a su regreso de Argentina, en donde participó de la reunión del G-20.

Duque desde que se juramentó como mandatario había hecho uso de la prudencia cuando se refería al tema, en especial para no hacer el juego a las provocaciones que desde Venezuela Maduro y varios de sus ministros han intentando. El presidente colombiano, en cambio de la ‘diplomacia de micrófono’, optó por la diplomacia de alto nivel. Su primera presencia ante la Asamblea de la ONU, en septiembre pasado, le sirvió para poner en el marco de discusión la situación del vecino país, pero en especial la crisis humanitaria y la migración imparable de más de un millón de venezolanos a territorio patrio.

No pasó mucho tiempo para que Duque reaccionara a la presencia de los aviones rusos en la bases venezolanas. Lo hizo en dos oportunidades: la primera en una entrevista con RCN Televisión, en donde sostuvo que “este tipo de maniobras no son prudentes, no ayudan y, por supuesto, la actitud que debe tener todo el continente es la de rechazar que se aprovechen de maniobras militares con otros países para hacer provocaciones o demostraciones de fuerza”.

Ante esto, desde Caracas, el presidente Maduro ‘enfiló’ una alocución en donde, además de hablar mal de Duque como persona y como mandatario, volvió a insistir que desde Colombia, en particular en la base militar de Tolemaida, en Melgar, Tolima, se estaba gestando un golpe de Estado contra su gobierno, en apoyo con los Estados Unidos.

No pasó mucho para que Duque le respondiera directamente. “Colombia no está bajo ninguna circunstancia fraguando o pensando ningún acto hostil ni ningún acto de aptitud belicista con ningún país de la región. Nosotros somos un país respetuosos del derecho internacional, somos un país que se ha caracterizado siempre por tener instituciones sólidas y por acudir a los organismo multilaterales cuando se trata de obligaciones de unos países para con Colombia”, dijo luego de una consejo de seguridad en Cali.

El mandatario colombiano precisó que “esas acusaciones deben ser rechazadas por todos los colombianos y lo que debe quedar claro es que quienes están ejerciendo la dictadura en contra de sus ciudadanos, generando grandes flujos migratorios, son los que deben responder ante la justicia internacional y el canal para tramitar esas denuncias es la Corte Penal Internacional, como hemos venido haciendo varios jefes de Estado”.

Y Duque aprovechó para hablar de un momento que políticamente irá a afectar a Maduro a mediados del próximo mes. “...más bien que la dictadura sea consciente que a partir del 10 de enero muchos países del continente se van a unir al rechazo de sus prácticas totalmente desestabilizantes”, advirtió.

Ese día deberá asumir Maduro su nuevo mandato presidencial, por lo que en criterio de Duque aumentarán las voces que en el continente americano desconocerán la legitimidad de su gobierno.

El jueves y ante un nuevo señalamiento de Maduro, que el golpe en su contra se organiza en el municipio de Tono, Santander, el gobierno de Duque le volvió a responder, diciéndole que Colombia “rechaza nuevamente, en los términos más claros y contundentes posibles, las afirmaciones insultantes, injuriosas y calumniosas del Gobierno de Venezuela, según las cuales Colombia haría parte de una imaginaria conspiración para desencadenar un conflicto armado entre los dos países”.

La vicepresidente de la Comisión Segunda del Senado, la uribista Paola Holguín, defendió lo hecho durante la semana por Duque y la Cancillería. “El gobierno colombiano ha sido muy fuerte frente a la narcodictadura, siempre en un marco diplomático, en un marco no belicista… Iván Duque respondió con la firmeza que ha tenido frente a un gobierno ilegítimo y no dejándose provocar”.

Para la legisladora, el país se va a ir acostumbrando a ver al presidente Duque tomando posturas contundentes frente a la dictadura de Maduro.

PROVOCACIÓN Y MÁS ESTRATEGIA

La semana compleja que prendió las alertas para con el gobierno vecino, en criterio de varios analistas, hace parte de la provocación que de tiempo atrás, Maduro y antes Hugo Chávez, quieren desestabilizar a Colombia asustando con una eventual guerra.

En opinión del excanciller Julio Londoño (gobierno de Virgilio Barco Vargas), “el país (Colombia) está acostumbrado a los pronunciamientos de las bravuconadas y la groserías del señor Maduro y las amenazas de su predecesor el señor Chávez. En momento determinado se anunció que iban a enviar diez batallones a las fronteras, que iba a tener a los aviones sukhoi sobre Bogotá en 20 minutos. El país tiene que reaccionar con tranquilidad”.

Frente al nuevo mandato de Maduro, el excanciller Londoño considera que “va a haber más rechazo al gobierno de Maduro, porque se considera que el nuevo gobierno es absolutamente ilegítimo. Maduro está viendo que va a sentir todo el vacío internacional”.

En ese mismo sentido, la senadora Holguín sostiene que las voces en contra de Maduro se van a seguir sintiendo desde diferentes partes.

El analista John Mario González, al hablar sobre lo sucedido en estos días, va más allá y recuerda la posición que tomó el expresidente Juan Manuel Santos en el manejo de esa relación. “Santos tenía claro la estrategia, lidiar con Maduro e ir preparando al país lentamente para un mejor escenario con Venezuela, pero sin irse a una confrontación directa. Como Duque viene precedido de la crítica del uribismo a esa relaciones en el gobierno pasado y de la demanda que le puso ante la Corte Penal Internacional, inició el camino de la confrontación, pero se ha quedado en acciones sueltas”.