Alimentos y energéticos jalonaron la inflación de julio a su nivel más alto

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) reveló ayer el resultado de la variación del Índice de Precios del Consumidor (IPC) para julio, que fue de 0,22%. Esto ubicó la variación anual en 3,79%, que no solo es el valor más alto del año, sino que está 35 puntos básicos por encima del dato del año pasado y siete puntos básicos sobre las expectativas del mercado, que ubicaban la variación anual en 3,74%.

Esta cifra mensual se vio impulsada particularmente por el alza de alimentos y bebidas, que en julio tuvieron el mayor incremento en los precios con 0,66%.

Dentro del subgrupo de alimentos, que aportó 0,10 puntos porcentuales a la variación mensual, las mayores alzas vinieron de los precios de la cebolla (12,78%), el tomate de árbol (7,24%) y la arracacha, ñame y otros tubérculos (5,91%). Por su parte, mitigó el alza, una caída en el precio del tomate de 11,74%.

El otro punto que jalonó la variación del mes fue alojamiento, agua, electricidad y gas. Los energéticos crecieron 0,17% y aportaron 0,06 puntos porcentuales al dato mensual.

Sobre los resultados, el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, explicó que “si bien la inflación total mensual es de 22 puntos básicos, si quitáramos alimentos y energéticos, el dato sería de la mitad y la inflación anual estaría en 3,08%. Y eso lo que significa es que, si bien no hacemos proyecciones de inflación, la corrección de electricidad y la posible transitoriedad de alimentos en el comportamiento de la inflación dan un espacio para que los números puedan corregirse en los próximos meses”.

Sobre el impacto de la vía al Llano, Oviedo agregó que no se puede señalar que tuvo un efecto significativo en esta subida y no se ve una evidencia clara, esto teniendo en cuenta que de los 22 puntos básicos del mes “cinco los pusieron los arriendos, cuatro las frutas frescas, otros cuatro los combustibles, por el ajuste de $15o de la tarifa en junio y tres el arroz, que tiene un comportamiento sistemático en muchas ciudades”.

En el comportamiento por ciudades, en el Caribe Colombiano se ubicaron las alzas más fuertes, ya que la escasez de productos como el arroz fueron los que llevaron a que ciudades como Barranquilla presentara índices más altos.

Según Diego Camacho, director de investigaciones de Ultraserfinco, “sigue pesando el grupo de alimentos, que recoge una variación que está por encima de lo que se observa normalmente en este mes, también elementos como el incremento del precio de los combustibles y algunos asociados con la devaluación que hemos observado a lo largo del año como es el costo de los vehículos seguirán pesando en los datos”.

Con este punto coincide Felipe Espitia, analista macroeconómico de Alianza Valores, que sostuvo que otro de los efectos que impactó tiene que ver con “la devaluación cambiaria que hemos visto desde la segunda parte del año pasado”.

Sobre el dato del mes, el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, explicó que una inflación de 3,79% en julio es una mala noticia. "Junto con la depreciación del peso que podría afectar la inflación de transables, esto dejará sin mucho espacio al Banco de la República para bajar sus tasas, en una coyuntura económica mundial cada vez más desfavorable".

En el mismo sentido, el exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, señaló que fue un día de noticias muy regulares para la economía nacional, ya que una inflación en los últimos 12 meses de 3,79%, es muy cercana "al 4%, que prende alarmas y el dólar a $3.457, significa la segunda moneda con mayor devaluación después de Brasil".