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El martes pasado recibió del Ministerio de Hacienda, el concepto favorable de la valoración de riegos y obligaciones del proyecto de APP, lo que autoriza y habilita al Municipio, propietario de Aeromatecaña, para continuar con el proceso.
Pereira busca un privado que invierta $96.000 millones en obras del lado tierra, concentradas en la construcción de la nueva terminal de 22.000 metros cuadrados, y opere el aeropuerto por un tiempo que no superaría los 20 años.
Con este aval asegurado, la Administración colgó ayer los prepliegos de la licitación lo que permite a los interesados empezar a hacer observaciones, de tenerlas. Para la APP de Aeromatecaña fueron habilitados 12 consorcios y firmas, que podrían entrar a pujar por la concesión, entre las que se encuentran Conconcreto, la peruana Graña y Montero, Episol SAS del grupo Sarmiento Angulo, Aeropuerto de Santiago de Chile, la española Cointer, Fernando Mazuera (socio mayoritario de Airplan) y la china Gezhouba Group.
En la APP de Aeromatecaña, que es la primera en el país de iniciativa pública de un ente territorial, queda pendiente el concepto de Planeación Municipal sobre si el mecanismo más eficiente para la modernización es una alianza de este tipo.
Lo que espera el asesor de la Alcaldía de Pereira, Gabriel Jaime Vallejo, es que la mayoría de los calificados se presenten en la licitación, que se abriría a mediados de noviembre.
De cumplirse el cronograma y de tener el número de proponentes requeridos, la APP estaría adjudicándose los últimos días de diciembre. Con ello el privado tomaría la operación del aeropuerto en marzo de 2016. Tiene un plazo máximo de 24 meses para hacer las obras y solo puede captar, mientras dure la construcción, 45% de los actuales ingresos totales del aeropuerto (operación, tasas aeroportuaria y arriendos).
“Con esos recursos debe pagar todo: empleados, energía, servicios públicos, en general, mantener la operación”, sostuvo.
Debe, además, transferir, por el tiempo de la concesión, 10% de los ingresos al propietario del Aeropuerto, que Vallejo estima en unos $2.200 millones.
El privado implica que la actual estructura administrativa de la terminal aérea, conformada por más de 100 personas, se reduzca a un mínimo –sin desaparecer como establecimiento público- debido a que una vez entre la Alianza Público Privada esta será la que administre. Esto lleva a una reestructuración en la planta actual del aeropuerto y se deberá indemnizar a quienes no continúen, que sería la gran mayoría. El proceso vale unos $2.000 millones.
La modernización del lado tierra implica la construcción de la nueva terminal, amoblamiento, parqueaderos, repavimentación de toda la pista a 2017.
“Será un edificio moderno con características y especificaciones Iata en categoría C, con tecnología de punta, innovador y semejante a El Dorado. La actual terminal se demolerá y esa área queda para futuros planes de expansión del lado tierra”, dijo la gerente de Aeromatecaña, Yolanda Cerón.
La funcionaria agregó que la terminal nueva tendrá un mall de comidas de más de 2.000 metros cuadrados, zona comercial y separadas las plataformas para pasajeros nacional e internacional.
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